Lady GaGa y el retorno, poquito a poquito

Una vez, en 2009 (El año es crucial), alguien dijo que Lady GaGa, genia y diosa y reina y de todo por aquellos entonces, era increíble, y que aunque se acordaran de ella por vestir como una villana de disney, como un conjunto de lencería en sí o como un filete de ternera, ella sería capaz de revolucionar el mundo del pop igualmente con vaqueros y una camiseta básica del Primark.

Desde que la gira de la artRAVE acabó, GaGa se ha dedicado a hacer cosas más o menos interesantes, como a cantar con Tony Benet, que nos interesa algo así como cero.

Por mucho que nos guste vestirnos como señoras, el jazz es el único género musical que despreciamos activamente, respetando mucho, eso sí, a quienes lo consumen.

Pero Lady GaGa lleva demasiado tiempo sin hacer nada que hizo que la quisieramos: Sin romper cristales, sin desangrarse en el escenario, sin que la vomiten encima y sin que vista raro.

Ahora ella es una señora fina con mucha clase.

Holi, soy Adele

Adele es una británica con desordenes alimenticios y poca imaginación para los títulos de los discos que cae bien a todo el  mundo.

Porque prácticamente todo el mundo compró sus dos primeros álbumes, llamados como su edad en el momento del lanzamiento. Y en realidad, tampoco es que inventara nada. Tenía sutileza en la voz, y oh, le dieron un TEMAZO.

Rolling In The Deep es y será su mejor canción siempre. Por mucho empeño que le ponga al estribillo en la melodía (Set Fire To The Rain) o por mucho que grite (Someone Like You). Sus álbumes, que están bien pero sin más a la vez, tampoco es que sean la caña, pero se dejan oír y ataca fuerte a dos de los segmentos de la población que compran álbumes:

- A las señoras ciencuentonas que cada vez que se sientan es la primera vez que se sientan en todo el día.

- Y a la gente con sentimientos que lo acaban de dejar con quien quiera con quien follaran.

Y esa, básicamente fue la clave de su éxito.

¡Horror! ¡Rihanna se viene con un ARTPOP!

Un ARTPOP de negras, pero un ARTPOP igual igual.

Ya hablamos hace un tiempo de lo poco excitante que ha sido el recorrido de la Rihanna post-Unapologetic, que se ha dedicado a hacer canciones chusqueras, a intentar cambiar el mundo y a ponerse gangsta.

Bien. Una vez superado ésto, la pregunta es clara: ¿DONDE COÑO ESTÁ EL DISCO DE RIHANNA?

Sabemos que hay mucha gente que lo ha pasado mal, algunos que han pensado en suicidarse o aún peor, en escuchar música de Rita Ora para paliar la necesidad de un nuevo álbum de Rihanna.

Llevamos tanto tiempo utilizando #R8 que ya nos jodería si no llamara así al álbum.

Pero no os preocupeís.

#R8 ya esta aquí.

Top 10: Canción del verano 2015

El verano.

Esa época en la que hace calor, no te apetece pensar y sólo queremos bailar y despertarnos en arenas blanquecinas rodeados de gente desconocida. Sí, esa época que fue hace dos meses.

La mejor época para dejarnos encandilar por la música perezosa con cero intención de hacernos pensar. Nos encantan las cosas conceptuales, grandilocuentes y épicas. Nos encanta cuando los artistas se ponen metareferenciales, cuando son consientes de que todo en realidad es sólo música o cuando creen de repente que están salvando al mundo con ella.

Pero a veces, es suficiente con no pensar y mover el culo con sonidos absurdos que acompañan los calentones de verano. Por supuesto, sabemos que el verano es típicamente hortera y que habla con acento español, pero obviaremos cutreríos varios como éste, éste o éste, porque no estamos seguros ni de que sean canciones.

Little Boots, el éxito de la chica trabajadora

Little Boots tuvo la mala suerte de intentar ser famosa con una canción que era prima hermana de Just Dance justo cuando Lady GaGa empezaba a ser famosa. Y además pretendía hacerlo vestida igual que ella. A pesar de eso, ella no desistió y se pateó todos los festivales de europa tocando a las seis de la tarde cuando los focos no le iluminaban ni los granos delante de unas quince personas.

Recordemos a todo esto que Lady GaGa es una artista que empezó tocando en parkines del Ikea y bares de mala muerte.

Hands resultó así ser una excusa más o menos buena para darnos Remedy, y a partir de ahí tampoco es que tuviera muchos momentos de autenticidad. Shake o Headphones estuvieron bien, y en directo sonaban genial (Sí, nosotros éramos de esos que íbamos a las seis de la tarde a verla a plena luz del día), pero su marca seguía perdida a medio camino entre Goldfrapp y Christina Aguilera.

Los VMAs de Miley, OTRA VEZ

Los VMAs fueron algo así como hace lustros y todo el mundo lo tiene ya superadísimo, pero como nuestra agenda es más apretada que la de Rihanna cuando está de promoción, no hemos podido decir las gilipolleces que pensamos hasta ahora.

En resumen: Todos haciendo una mierda menos Miley que es una DIOSA y DIVA y GENIA y REVOLUCIONARIA.

Y ha hecho de todo. Pero antes vamos a hablar de todo menos de Miley, porque se deja lo mejor para el final. O sea, hablaremos de las actuaciones, esperando que alguna merezca la pena. Así que venga, coño.

Justin Bieber se cree Chris Brown

Por no decir que se cree Britney Spears.

Justin Bieber era una lesbiana con suerte que se cortaba el pelo metiendolo en un tazón de tallarines que un día decidió dedicarse en serio a la música.

Ese día fue 2012. Porque todo lo que hizo antes era un poco una mierda. Baby es la peor canción del universo y ni My World, ni My World 2.0 ni My Worlds Acoustic (Sus primeros tres trabajos se llaman así de verdad, no nos lo estamos inventando) tenían nada que mereciera la pena.

Bueno, sólo una cosa. Una cosa que ha salvado a Justin de la quema más veces de lo que él mismo jamás admitirá: Un fenoméno fan como no se había visto, por lo menos, desde las Spice Girls o los Backstreet Boys. De hecho tiene incluso su propia Chris Crocker, en versión chica hetero obsesa.

Pues anda que éste vídeo no trajo cola ni nada. "Porque sus letras hablan del amor, y de los niños de África y eso... ¿Vale?" Una delicia, vaya.

Demi Lovato y ¿el putismo rockero?

Demi Lovato.

Pronunciar éstas palabras casi siempre sigue con una caída de la silla a causa de un ataque de sueño. Hija de la factoría Disney, al contrario que otras como la ahora ya gran Miley Cyrus no decidió convertirse en puta inmediatamente, si no que decidió ser DIGNA porque era una artista de verdad.

Y porque aún no se había hecho la ortodoncia. Pero ahora que como toda rica estadounidense ha pasado por el quirofáno y ha terminado harta de xanax, termina cayendo en las redes de la sexualización, haciendolo a su manera claro, o sea, a lo cutre.

Demi Lovato no sólo es cutre como lo es esa amiga que se niega a beber y luego con veintiseis años se pilla unos pedos terribles. Es mucho peor porque ni siquiera tenía su propia serie, si no que compartía elenco con un montón de hijos de curas protestantes o algo así.