Whitney Houston ha fallecido.
No es hora de preguntarse el porqué, si las drogas o el vicio hicieron mella.
Una vez más, el ser humano pierde la humanidad para olvidar a una persona icónica y rememorarla cuando sus días se terminan.
En 2010 volvió trabajando, rogando clemencia, y arrepentimiento. Pero su voz, su fuerza, se había desvanecido. Quizas nunca volvamos a encontrarnos con un chorro de voz así de domesticado.
Que en paz descanse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario