Páginas

viernes, 12 de octubre de 2012

Lana y la controversia gaguiana


Lana Del Rey nos ha empezado a gustar hace extremadamente poco.

Exactamente desde National Anthem y de su regreso con el Paradise Edition.

Pero ahora nos conquista con el primer vídeo de su reedición: Ride.

Y para que hablar cuando podemos criticar. ¿Verdad?





Después de ver esto es nevitable pensar en GaGa.

Craso error.

Lady GaGa ha traído de nuevo al mundo del pop el exceso y el afán por sorprender, con cada vídeo y coreografía, para encandilar a los verdaderos fans de la cultura contemporanea. Eso es innegable.

Porque ahora todos la insultamos pero con The Fame Monster decíamos a todo el mundo que ya verían como iba a ser la puta ama.

Luego se creyó la reencarnación de alguna artusta sordomuda búlgara y la cagó. Pero tiene talento, y ha sido una inyección para muchas otras que estaban estancadas.

Lana Del Rey no va de eso. No inyecta nada. Bueno, se lo inyecta a si misma, como mucho.

Lana siempre ha pecado de un escesivo pasotismo, por que es moderna. Pero no moderna en plan me lo hago y luego voy por ahí chupándola, si no moderna de verdad, de la que prefiere leer a Kafka antes de echar un polvo.

Y Ride va básicamente de eso.

De vivir. De ser libre. De creerte guay. Y Patriota (Por estúpido que suene). De reírte de los pobres que escuchan a Katy Perry y Rihanna, diciendoles que no saben nada.

Va de eso. Y si una artista puede permitirse contar una historia a susurros en un vídeo de 10 minutazos, ésa es Lana Del Rey. En el caso de Marry The Night se hacía pesado y estúpido, pero en el caso de Ride todo encaja.

Es parte de la música, del espíritu de la canción. La decadencia del amor, el hecho de estar perdido y las motocicletas nunca habían sido tan emocionantes. NUNCA.

Y por eso amaremos Ride y amaremos a Lana sin discusión a partir de ahora.

Por que ella quería hacer un cortometraje hipster, y como es una zorra decidió meter imaginería que GaGa ya había utilizado.

Para que digan que parece tonta.

Así que por esto y mucho más os aconsejamos que os planteís delante del vídeo y mireís. Y os fijeís. No habrá coreografías, ni pechos depilados.

Pero hay drama, tacones y una tía un poco loca. Y sí, somos desde ya fans del columpio-rueda, adoptandolo como la evolución natural de nuestro Heidi particular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario