El proceso de amar (Por lo menos un poco) a FKA Twigs

En un primer momento lo oyes y dices:

- "Tía, menuda rayada de disco que me hace escuchar mi prima la que se ha ido a vivir a Berlín. Está de un insoportable..."

Pero luego todo es un no parar. A veces, cosas de la vida, un trabajo no entra a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera, pero un día te ves inconscientemente tarareando alguna de las canciones. Pero te niegas en redondo a bajarte el álbum, porque oh, ya lo odias. Pero te bajas esa canción sola.

Y de repente te vuelves adicto a ella. Y necesitas más. Pero claro, ya odias el álbum, así que vuelves a investigar una sola canción, vídeo, cualquier cosa que te llame la atención para bajarte otra canción. Y así todo el rato hasta que de repente ¡BAM! te bajas todo el álbum y vas con la cara bien alta mostrando orgulloso la portada del disco en el reproductor de música.

Pues bien, con FKA Twigs nos ha pasado eso más o menos, sólo que lo que nos ha hecho volver a ella no ha sido exactametne una canción.

Kiesza y la máquina del tiempo

Puede que el pop esté de capa caída, tal y como nos preocupamos de repetir en cada post, pero de vez en cuando, de entre toda la mierda y todas las ideas megalománas surge un poder genuino, algo que de pronto se vuelve atractivo y que renueva tus esperanzas en la musica divertida, alegre y sin pretensión.

Y en estos momentos esa persona es Kiesza, que con dos vídeos cucos sinmás ha decidido sacar un álbum y lanzarse a conquistar el mercado.

Tiene una cosa a su favor: Su target no existe. Es decir, no recuerda exageradamente a nadie que actualmente tenga demasiada repercusión. Así que las mariconas ávidas de odio no podrán decir que copia a tal o a cual. Sí que pueden salir nombres en cuanto a estética o música, pero no como conjunto.