Después de haber entendido porque la circunstancia para un cultivo de desarrollo mainstream de la múscia electrónica era idóneo (
La muerte del EDM. Parte I ), y de cómo algunos supieron aprovecharse de ello (
La muerte del EDM. Parte II), vamos a dedicar ésta tercera y conclusiva parte a aportar datos a cerca de lo endogámico y poco creativo se ha vuelto todo en el mundo de la producción con ratón y ordenador, hasta el punto de que algunos de los abanderados del movimiento lo han abandonado.
Y sí, decir una frase tan larga con aliteraciones significa que sacamos mucha nota en la selectividad. De nada.
Estamos en la época de los DJs Superestrellas. Como las estrellas del rock en los 70 o las del pop en los 90, los DJs son las mega estrellas de los 2010. Entendiendo DJ como un concepto amplio, en el que cabe cualquier persona que elabore música electrónica y la reproduzca en directo, sea por el medio que sea.
Ésta gente se han vuelto ídolos vacíos de niños pijos que quieren volverse rebeldes y de gente que le encanta saltar sin saber muy bien de que va la cosa.
Ya dijimos en la primera parte que lo importante no es que te guste o no te guste, que ese es un criterio válido sean cuales sean tus conocimientos.
Que lo más importante es no vanaglorificar movimientos que no sabemos de dónde vienen por pura moda. Hay una diferencia.