En un primer momento lo oyes y dices:
- "Tía, menuda rayada de disco que me hace escuchar mi prima la que se ha ido a vivir a Berlín. Está de un insoportable..."
Pero luego todo es un no parar. A veces, cosas de la vida, un trabajo no entra a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera, pero un día te ves inconscientemente tarareando alguna de las canciones. Pero te niegas en redondo a bajarte el álbum, porque oh, ya lo odias. Pero te bajas esa canción sola.
Y de repente te vuelves adicto a ella. Y necesitas más. Pero claro, ya odias el álbum, así que vuelves a investigar una sola canción, vídeo, cualquier cosa que te llame la atención para bajarte otra canción. Y así todo el rato hasta que de repente ¡BAM! te bajas todo el álbum y vas con la cara bien alta mostrando orgulloso la portada del disco en el reproductor de música.
Pues bien, con FKA Twigs nos ha pasado eso más o menos, sólo que lo que nos ha hecho volver a ella no ha sido exactametne una canción.