El complejo de American Idol

De creerse una entrega de premios.

Entre que el escenario es cada vez más grande y las actuaciones que ofrecen cada vez mejores cualquier día estaremos deseando la final de cualquier programa de éstos en vez de unos buenos MTV Awards.

Y viendo como está evolucionando la industria y comparando ésto con los BIllboard, no tenemos que decir cual sale ganando.

O si, lo diremos: American Idol.

Porque con dos actuaciones han trasladado más que con las siete chapuzas que se plantaron en los Billboard.

Todavía sentimos escalofrios al acordarnos del estilismo de la Furtado.



 Rihanna se está superando con ésta canción. Pensábamos que iba a ser el típico single de "Lanzo un vídeo súper bueno pero luego paso de hacer las actuaciones porque serían una basura".

Pero no. Aquí nos presenta a una Rihanna con presencia, fuerte vocalmente y que cumple con la coreografía. Atención al atuendo de suma sacerdotisa de Perdidos En La Tribu con rastas a lo 15M. Si es que está puesta en todo esta chica.

Cada vez nos sorprende más.

La era Talk That Talk, si bien no está siendo ruidosa, está resolviendo muchas dudas.




Como nos gusta que Jenny se haga actuaciones de éstas para calentarnos la moral. Estilismo horrible de choni y baile perfecto. Vaya coreografía, ni en los mejores tiempos de Britney, vaya.

La canción nueva, Goin In, quedaría mucho más chula sin el gordo de Flo Rida, y aún estamos investigando quien es el que chilla antes del break a lo Lil Jon.

Las vocales perfectas, por supuesto. Jennifer nos hace olvidar la necesidad de respirar.

Todo muy bien hasta que cambia de canción y aparecen Wisin y Yandel volando para acompañar a JLo. Como tenemos sentido de la vergüenza ajena hemos querido dejar de verlo, pero no hemos podido evitar reírnos del que se queda enganchado en la plataforma. (No sabemos cual es cual)

En fin, que muy bien Jennifer, como siempre, pero a la siguiente preferimos verte sin negros ni reyes del reggaeton, por favor.


Pedimos disculpas si habeís entrado para conocer el nombre del ganador del concurso, que, por supuesto, nos da igual.