Los diamantes de Electra Heart

Roba aquí Electra Heart (Deluxe Version)

Pero que grande que es Marina con sus cosas.

Empezó haciendóse la indie en su nuevo proyecto para presentarnos a la tía más chula y drama queen de todo el extrarradio: Electra Heart.

Electra Heart no es un disco dance, no es un disco de baladas.

No es un disco que se asienta sobre frivolidades o imágenes. Tampoco tiene un marcado sonido.

Electra Heart habla, sobre todo, de la transformación de Marina. Nos tiene hipnotizados y nos parece increíble.

Está bien, hemos mentido un poco. Pero sólo un poco. El sonido hace el amago de mantener un sello común. No por lo característico de los beats, si no por la voz de la artista. Por una vez la que canta lleva importancia y la voz de la susodicha impregna todo el disco de principio a fin. Y eso nos tiene extasiados.

En general todo el álbum está impregndo de ése sentimiento de melancolía y otoño, acompañado de una producción muy cuidada que traslada la mente del oyente a la decàdence francesa. 

01. Bubblegum Bitch

Cualquier título de canción que lleve la palabra Bitch nos enamora. La letra es acelerada y definitivamente no parece el estilo de Marina. Recuerda a la mitíca canción que se hacen todas las divas para decir tacos y creerse rockeras.

Pero la cosa es que en esta ocasión la formula resulta efectiva. habla de como ser una zorra y empujar a tu mejor amiga por las escaleras. Corta e intensa.

7.5/10

02. Primadonna

El single con vídeo que amas. Aunque tanto la idea como el sonido están más que manidos Marina lo hace único. Indispensable.

8/10

03. Lies

Con Electra Heart sucede un fenómeno extraño. Y es que en  ningún momento de su escucha te sientes desangelado. Incluir una canción de corte lento como tercer track puede parecer arriesgado pero el estribillo es tan rompedor y está tan bien controlado que atrapa.

Asombrosamente emocionante. Las mentiras e historias de una guarra nunca habían tenido tanto glamour.

8/10

04. Homewrecker

Uno de los grandes subidones de todo el álbum. Nos recuerda algo al pop edulcorado de los 90 y a los susurros de finales de los 80. La parte hablada es lo MÁS, y el estribillo amor.

Tiene referencias a su era pasada y vuelve a ser una zorra después de llorar. La repetición del estribillo con voz de femme fatale para el puente es ideal.

Una canción que es toda una filosofía de vida.

9/10

05. Starring Role

Preciosa. La producción es obsesiva y no deja nada al azar. La percusión le da un aire de dureza. la melodía, como a lo largo del resto del álbum es pena y hojas cayendo.

La liberación instrumental entre versos es todo un acierto y la actitud es de dejada total. La necesitarás en algún momento de tu vida. Estáte seguro.

7/10

06. The State Of Dreaming

Con el instrumental que ya oímos para The Archetypes en su videografía modernista, se viste con un sonido grandilocuente y épico. Muy como el que harían Coldplay si fueran aún más maricas.

La letra es toda una revolución a nivel lírico, así como no a nivel temático. Con eso Marina viste todo de un haz especial.

Hay momentos en el que la canción embiste con una fuerza inesperada. Crece con las escuchas.

7/10

07. Power & Control

Tonadilla oscura y semi bailable que desboca. El estribillo es lo mejor de la canción y hay por ahí unas campanillas un tanto novia cadáver que no dejan de sonar en ningún momento.

El mensaje mola y la necesidad de repetir las palabras al final de cada frase nos parece deliciosa. Completa el concepto a la perfección y descubre la faceta sumisa y controladora de Marina, esa que envenena la sopa de tomate de su novio por si algún día la caga.

7.5/10

08. Living Dead

Electra Heart regresa descorazonada y empujona para dedicarnos una canción que se presta a los detalles y es resultona. No suena a single como muchas potras cosas, pero hay cosas que son acierto seguro en el mundo del pop: Repeticiones después del estribillos y mensajes post adolescentes. 

Hay momentos en los que recuerda a una cajita de muñecas. Esque Marina es tope trendy.

6.5/10

09. Teen Idle

Puede que sea la segunda canción del disco. Es una balada pero no lo parece porque suena desgarrada y triste. Sacada de las mejores ideas de Bionic y aderezada con muchísimo mejor gusto, se posiciona entre los lagrimeros más poderosos.

La voz aquí es simplemente abstrayente. No se puede saltar. Vuelve cada vez con más fuerza hasta que desaparece en la lejanía del horizonte. 

Crea imágenes y te hace viajar. Pero que sentimentales nos estamos poniendo.

8.5/10

10. Valley Of The Dolls

Una canción que acojona un poco y que está cantada como si de una ópera se tratara. Los instrumentos parece que se han puesto de acuerdo en ir cada uno a su bola, pero el resultado es competente.

Aún así suena demasiado a gitana y a borracha así que la dejaremos para los más osados.

5/10

11. Hypocrates

Solo el título ya nos da pereza. Vamos que sí, que eres la más guay tía pero ya vale ya. Digo yo, vamos.

4/10

12. Fear And Loathing

Y gran remontada para terminar la versión normal del álbum. Esta canción es la que más nos gusta. Y realmente no sabemos porque. No cuadra con nuestra visión de lo que es un gran tema y desde luego no es bailable. Pero es díficil de explicar el magnmetismo que genera.

El final es maestro con esos sonidos de radio antigua o vinilo rasgado. Los cambios de voz entre grave y agudo jamás volverán a ser lo mismo.

10/10

El final de la versión éstandar es redonda, pero los bonus sólo mejoran la elevada calidad de éste conjunto.

13. Radioactive

El We Found Love de bajo preosupuesto que todo ooccidente ignoró. Luego va Rihanna y consigue un himno. Que perras somos los fans.

Radioactive infunde ése descoracionamiento y debería estar incluido en la versión éstandar, porque es dance, porque va con la temática y porque es un trallazo que te cagas.

Nosotros siempre la amamos.

9/10

14. Sex Yeah

La canción es teóricamente aburrida. porque apesta a eso que las divas siempre intentan pero nunca consiguen: Hacerse las duras y las intensas a la vez.

Pero a marina le queda bien. Porque dios, asúmamoslo, es trendy que te cagas. La cosa es que hace gracia y engancha, porque el estribillo es muy bueno, y porque el tema no puede ser más acojonante.

Cuando Marina venda carnaza le sacaremos ésto como prueba de que antes tenía integridad. Y ella lo sabe. A eso lo llamo publicidad interactiva subliminal. O igual simplemente la canción es buena.

7/10

15. Lonely Hearts Club

Joder. ¿Esque nunca la va a cagar? Apesta a nieve y a miradas mientras el autobus se aleja. Contiene autoreferencias y su toque tan de blanca esqueletica con bombachos nos pierde. Otra que vamos a bailar con las Ray Ban y el cubata de lima. Y nos da que no vamos a ser los únicos.

7/10

16. Buy The Stars

Y final, ahora sí, de todo el concepto. Con un soliloquio vocal acompañado de Marina, un piano y una letra preciosa. Perfecta para cerrar todo el ciclo de Electra Heart.

6/10

En definitiva un gran disco, en la que todas las canciones gozan de gran calidad, pero curiosamente de una mala propagación. Sólo Primadonna, Homewrecker y el ya gastado Radioactive tienen potencial suficiente como para serlo todo.

Y nos preguntamos: ¿Por qué?

Porque del mismo modo que el R&B era el nuevo Pop en 2006, seis años después la electrónica ha dejado de ser indie para ser mainstream, y se nos ha olvidado lo que era el pop.

Porque de pronto todo el mundo empezó a hacer dubstep y a colaborar con Djs. Entre tanto también colaboraban entre ellos, y todo tenía un aspecto muy desangelado.

Marina irrumpe en éste berenjenal con un álbum sorprendentemente poppy, muy cuidado en estética y sonido. Con la temática del zorreo y desengaño, mezclando chulería con melancolía barata.

Irrumpe con esa fórmula que muchos se sabían de memoria, recordándonos lo que cada vez olvidamos. Que la música se llama música por algo. No se llama moda, ni vídeo.

Si no música. Y Marina se defiende de perlas en éste campo.