¿Porque estás aqui?

Porque se trata de eso, de bailar en ropa interior un sábado antes de salir para sentirte una súper estrella, de sentirte en un videoclip cuando escuchas música subiendo las escaleras del metro, de no poder evitar un paso de baile cuando escuchas esa estrofa que cambió tu vida a golpe de beat.

Porque se trata de música al fin y al cabo. Pop, electrónica, reinas, clubbing y modernas que lo darán todo en las raves.

Tragadores de la mejor mierda.

Ecos de Extrarradio.

viernes, 22 de mayo de 2015

La historia de cómo un vídeo puede cambiarlo todo


Cuando hablamos de la canción os adelantamos que tenía dos salidas.

1. Que el vídeo fuera muy mamarracho.

2. Que la canción lo petara aún así en plan Scream And Shout.

Y ha pasado lo primero. Cosa que nos pone contentos, porque imaginaos que la canción lo peta con un cutre vídeo de croma sin pelucas, sin sol y sin Britney haciendo el ganso en zapatillas.

Nos enfadaríamos, formariamos una asociación y nos manifestaríamos día sí y día también donde fuera.

Ahora al menos tenemos alguna razón para ponernos la canción. Aunque esa razón sea imitar la coreo en el lavacoches al sol con la música a tope.

Así que sí, misterios del mundo del pop, Britney lo ha vuelto a hacer. Más o menos.



No os vamos a contar el argumento, porque no tiene, y vamos a pasar directamente a comentar el vídeo.

0:00 - Britney haciendo el ganso en la piscina está muy bien. Y además os advertimos que el vídeo sería una sucesión de imágenes de la vida cotidiana de Brit - brit.

0:10 - Cae un cuerpo extraño a tu piscina y NO HACES NI LA MÁS MINIMA MUECA. Claro que sí.

0:11 - Bueno sí, hay una reacción. Empieza a cantar una canción sobre ser guapas. Claro que sí.

0:30 - Y de hecho, hay otra reacción. ¡Cambio de look! Porque ser un alien no justifica que no sepas nada sobre la moda contemporánea de Los Angeles.

0:40 - Britney aplaudiendo contenta es LO MEJOR de toda la vida. Y es la primera vez que se la ve cómoda como... ¿En toda su carrera? Probablemente. Y luego la abraza como si fuera su amiga de verdad.

0:50 - Nos surgen muchas preguntas cuando van en el coche con el secador. ¿Donde está enchufado? ¿Puede Britney hacer más de una cosa a la vez? Evidentemente sí: Conducir, usar un secador de pelo y mirarse en el espejo. #ClaroQueSí

1:11 - Metáfora del orgasmo masculino.

1:18 - ¡OH DIOS MIO! ¡Parece que Britney no es un robot y que tiene CIERTA FLEXIBILIDAD!


1:25 - Empieza la coreografía, que parece guay, pero la dirección y los planos no lo son, así que #FLOP. Eso sí, no nos queremos imaginar todo el tiempo que habrá estado Britney metiendo tripa. Pobrecita. Debieron de meterla con oxigeno nada más terminar la secuencia.

1:39 - Iggy nos muestra sus grandes dotes de actriz.

2:05 - Cuando creías que ya todo iba a ir sobre raíles ZAS. Pues no. La cosa es que creemos que no ayuda. En defensa de la escena diremos que es una forma llevadera de colar un anuncio. Britney claramente no sabe que es todo una actuación, ella cree genuinamente que su vida es así. E Iggy lo hace de culo. Ya.

2:56 - Todos los buenos videoclips, sin excepción, deben terminar en una discoteca.

3:15 - ¡Uf! Menos mal que se ha acabado el rap. Que rollo. ¡Y vuelve Britney! ¡Con poses! ¡Con baile! ¡Alegría!

3:34 - Iggy deja muy claro porqué no ha bailado en el resto del vídeo.

4:02 - Y atentos porque ésto es sin duda lo mejor del vídeo. La nave espacial sale sola (¿?) de la piscina para ir dentro de la discoteca (¿?) a recoger a la alien. Claro, como está con Britney alguien les habrá pagado para que se la lleven también.

La cosa es que Britney sonríe y aplaude con alevosía nada más ser enchufada por la luz, pero luego mira a su compi, y ésta asiente, dejando claro que sí, que le deja entrar. Entonces es cuando se pone contenta de verdad.

4:09 - Iggy y Britney haciendo el ganso por la autopista.

Y así es como termina el que probablemente es el vídeo más absurdo de toda la carrera de Britney. Y estamos contando I Wanna Go y Piece Of Me, así que no es cualquier cosa. Es efectivo, porque consigue que nos olvidemos de lo que estamos escuchando para intentar fijarnos en Britney todo el rato. Y ésta versión del vídeo prueba nuestra teoría:



Podemos casi decir que es mejor, porque salen fragmentos de canciones más guays y porque te ríes de verdad en lugar de soplar fuerte por la nariz.

Lo importante es que sólo queremos fijarnos en los bien que baila con las zapatillitas rojas que le han puesto, fijarnos en lo guapa que está cuando sonríe, en lo bien que le quedan los rizos y en cómo se comporta como si estuviera en Disneyland continuamente.

Una vez más, el carisma (¿O la falta de él?) de Brit es lo que hace que un producto en principio plástico salga victorioso donde podría haber salido un churro de mucho cuidado. Britney es un personaje pop épico, lleno de matices, de historia y de alma y lo mejor y lo peor a la vez es que ella parece no ser consciente de todo ésto. Es por eso que es inevitable tenerle ternura y carño, querer abrazarla y querer ir a pasar una tarde con ella y con sus hijos al parque.

Y por eso no podemos odiarla, no podemos odiar el vídeo y por extensión, tampoco la canción. Aunque deberíamos.


Y esa, niños y niñas es la magia de cómo un vídeo puede cambiarlo todo.

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