¿Porque estás aqui?

Porque se trata de eso, de bailar en ropa interior un sábado antes de salir para sentirte una súper estrella, de sentirte en un videoclip cuando escuchas música subiendo las escaleras del metro, de no poder evitar un paso de baile cuando escuchas esa estrofa que cambió tu vida a golpe de beat.

Porque se trata de música al fin y al cabo. Pop, electrónica, reinas, clubbing y modernas que lo darán todo en las raves.

Tragadores de la mejor mierda.

Ecos de Extrarradio.

jueves, 21 de mayo de 2015

Carly Rae Jepsen y la montaña rusa de emociones


Hay una cosa que toda artista con pretensiones de ser mundial y comercial debería tener clara: Su posición. Mariah Carey nunca haría una coreografía a lo Janet, y ésta nunca cantaría en directo. NUNCA.

Hay momentos en los que se pueden generar puntos de inflexión. Por ejemplo, cuando se da el típico desarrollo de niña a puta que protagonizaron Christina Aguilera, Britney Spears o más recientemente Miley Cyrus.

O cuando alguien que ya es puta coge y decide que ahora es intensa. O desprenderte de toda tu imagen petarda para creerte seria. Pero hay veces en las que no se puede dar un paso a una nueva historia sin hacer el ridículo. Y Carly Rae Jepsen es una persona que lo debería de tener muy muy muy muy muy PERO MUY clarito.

Y parece que no lo tiene.

Kiss fue un intento divertido e inofensivo a la par que efectivo. Era un producto infantil y ficticio, a la sombra de Teenage Dream de Katy Perry y liderado por un fenómeno viral de gran poder.



Os recordamos su comeback, I Really Like You, donde ella hace lo mismo que en Kiss, pero con más presupuesto. Y ahora, que conocemos el segundo acercamiento a su álbum, no sabemos muy bien que esperar de ella en el futuro.



I Really Like You fue una extensión de Kiss, que a nosotros nos decepcionó pero aún así escuchamos. Pero ahora ha cogido y se ha vuelto intensa y triste.

All That es una construcción que sonaría innovadora y atípica en 2009. Pero ahora, después de que el indie es el nuevo pop y viceversa, no nos pilla por sorpresa. Lana Del Rey ha anunciado su tercer álbum, Lorde ha organizado la banda sonora de una película megataquillera, y todo el mundo es fan de Arcade Fire.

Juntarse con Dev Hynes a estas alturas de la vida es un poco un sin sentido, no porque todo lo que haga quede cerrado de tal manera que parezca una canción de Blood Orange (Que también), si no porque JODER, eres Carly Rae Jepsen.

¿Que necesidad había?

Es decir: Tu objetivo es hacer conciertos multitudinarios donde te cambias de pelucas, subas por ascensores hidraulicos y te bañen en luces de colores. ¿No se te ocurrió nadie más?

Pues entonces te mereces flopear con tu próximo disco, Carly. Disco con un título que ella misma anunció en twitter porque debe de estar muy orgullosa.


¿Que intensa verdad?¿Se creerá filosofa? ¿Creerá de verdad que lo que pone es trascendental y guay? No habíamos sentido tanta vergüenza ajena desde que escuchamos el intro de Element Of Freedom de Alicia Keys, sacamos el CD y lo tiramos por la ventana.

Si Carly está a falta de inspiración puede dejar de llamar a actores consagrados de Hollywood y a cantantes que no conocen ni en su casa para pedirnos consejo a nosotros.

Hasta entonces, o hasta que saque algo que vuelva a ser guay, nos da igual que llame a su álbum de forma tan intensa y que vaya a hacer una gira acústica por los mejores vertederos del medio oeste americano.

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