Los AMAs y la batalla por la atención

Los American Music Awards ya podrían tomarselo menos en serio. Sí, es cierto que son los más antiguos de todos, pero es que rezuman a casposidad y a alquiler de diva barata por los cuatro costados.

De hecho, son unos premios sólo conocidos por cierta actuación, y que pasaríamos por alto si no fuera porque GaGa vuelve a actuar.

La lista de ganadores es más o menos patética, ya que se dedican a premiar a Taylor Swift en todas las categorias posibles mientras le dan el premio al mejor artista de electrónica y dance a Avicii, que no puede estar más en decadencia made in Guetta.

Aunque premiaron a Rihanna como icono del año, lo cual está muy bien de cara a que vaya a actuar para que así alguna persona heterosexual vea la gala.

Siendo una entrega de premios americana ajena a la MTV, esperamos, como siempre, menos tetas, menos sexo y más aburrida correción política que todo el mundo debe alabar.

Además encontramos por enmedio a los cansinos Imagine Dragons restregando a todo el mundo lo guays que son y a Justin Timberlake tocando la guitarra. Acústica.
Aún así sigue habiendo gente que intenta alcanzar los estándares que una vez tuvieron éste tipo de premios.

Katy Perry nos hace creer que estamos en 1998



Haciendo creer a tres aburridas todos que los estilismos japoneses son novedad y nadie los ha usado nunca. Pero nunca.

La Perry lo ha intentado volviendo a los 90, porque si con Walking On Air funciona, ¿Por qué no con todo lo demás? Atrezzo barato a tutiplén, bien de sombras a contraluz, gente colgando del techo y mucho colorido y movimiento para que no se note que no me muevo. Vamos, todo lo que Britney podría soñar para sus conciertos de Las Vegas.

Katy Perry además en esta era se viene de artista intensa, creyendo que es buena cantante así que pasa total del playback para hacernos sangrar los oídos, porque grita como si fuera una Christina Aguilera siendo atropellada.

Debemos reconocerle el esfuerzo, pero de la misma manera recordarle que un rollito de baile victoriano estilo La Bella Y La Bestia con bien de nieve y fuego y alguna que otra hechicería onírrica le hubiera ido mucho mejor. Vamos, que se podría haber guardado ésta actuación para Legendary Lovers, que se presta bastante más.

*Nota para Katy Perry: Que tu próximo disco éste entero de vídeos inspirados en los cuentos Disney, te pega que no veas. ¡De nada!

Ke$ha hace que Pitbull no sea una mierda seca



Sino una mierda sinmás.

Peinada como Lady GaGa en aquella sesión de Vanity Fair, Ke$ha mostró su cuerpo de pera deslucido por un estilismo de lesbiana que podría ser obra de su peor enemigo.

Hacen algo así como un baile sureño del granero porque, claro, la canción tiene harmónica y oh, entonces entendemos porque Ke$ha se viste como una más de la asociación del rifle.

Básicamente la actuación es de un patetismo supino. Nos hace recordar porque Ke$ha ha flopeado con un álbum solvente y que si en una performance hay cantantes de los dos sexos la mujer SIEMPRE debe ser la que aparezca dramáticamente. Y no vestida como una endogámica.

Rihanna cree que Unapologetic aún no ha salido



No encontramos ninguna otra explicación posible para ésta actuación. Como si no hubiera cantado Diamonds 6897 veces ya hace un año. Vale, sin orquesta de música clásica y tal, pero con lluvia. LLUVIA, joder.

Ella sigue creyendo que tiene carisma y demostrando lo fea que puede salir si se lo propone. Si tuviera luces, hubiera presentado un mash up de Umbrella, Pour It Up, Phresh Off The Runaway y We Found Love, para celebrar que es el icono del año y tal.

Si tuviera luces, lo dicho.

Jennifer Lopez actúa ejerciendo de ONG



Jennifer, sin nada que promocionar, accedió a realizar un homenaje musical a la gran Celia Cruz, cumpliendo de manera sobrada.

Recobrando esas raíces que siempre ocultó en su curriculum cuando mendigaba en el Bronx, Jenni Farlopa volvió a aprender a hablar español para bailar como una descosida en el tercer corte que presentó. El cambio de vestuario estuvo correcto y nos hizo comprender que a Jenny SIEMPRE la tendrían que llamar para actuar, aunque cantara canciones de otros artistas.

Todo muy boda de Torremolinos, con menos tíos borrachos y más a lo West Side Story, que siempre se agradece.

¡Grande Jenny y grande Celia!

Christina Aguilera reflota todas las carreras musicales excepto la suya



Christina cantó con un nisu, que es algo normal porque lo hace todas las semanas.

Y la noticia es que:

1. Christina se ató a la cama para evitar ir al KFC durante tres semanas para ésta actuación.

2. Christina Aguilera desprendió clase y se (Pausa dramática) abstuvo de gritar.

Miley Cyrus queda en evidencia



Más que nada porque se ha adueñado de cualquier elemento estético de tumblrs random para alimentarse de cara a la época Bangerz.

Cantar una canción dramática con una pantalla y un gato sólo tiene gracia si estás drogada. Y aún así solo tiene gracia para tí. Nos parece increíble que a nadie en su equipo creativo se le haya ocurrido una performance con pantallas móviles que simulen edificios en donde varios de ellos se van detonando en los estribillos. Wrecking-Ball. Pues eso. Y un poco de fuego, que nunca está de más.

Cerró la gala de manera aburrida, dejando claro que aún tiene mucho que aprender.

Lady GaGa nos recuerda porque debemos ver galas aburridas



GaGa entró a la gala encima de un caballo para eclipsar a todas las mamarrachas que aún no han entendido que lo de ir guapa está pasado de moda.

Lady GaGa, que es la única suficientemente lista como para entender de que coño va todo ésto ha sido la única que ha sabido fundir la actuación de unos premios con el concepto de su disco. Más o menos.

No se acerca a la perfección con la que firmaba todo en 2009, pero se acerca peligrosamente. Con una inspiración que podría haber sido de Lana Del Rey tranquilamente, Stefani emula a una secretaria chochona cualquiera de un presidente americano, que la llama porque es la otra.

Ella se pinta los labios y acude, porque coño, él es negro.

Después todo es muy cabaret y Chicago, porque aparecen bailarinas de detrás del escritorio y los cabrones de los cámaras no grabaron el plano como debían cuando más o menos ella emula una mamada.

Lady GaGa cumple con los pasos de baile como buenamente puede hasta que R. Kelly se despide guionizadamente para que ella termine la canción mientras se proyectan imágenes de una Lady GaGa de hace veinte años, tocando el piano.

Con ésta performance GaGa nos ha recordado porque nos gusta tanto tragarnos los anuncios de mierda del samsung a las tres de la madrugada. Porque puedes llegar a ver algo que merezca la pena. Abogando a los instintos patrióticos más estúpidos, Lady GaGa consigue sin escrúpulos el aplauso que lleva exigiendo desde el junio pasado. Tan sólo podemos reprocharle que el beat de la canción entre tan tarde.

Ésta performance ha dejado algunas cosas claras.

1. Que ha promocionado casi más el venidero álbum de R. Kelly que ARTPOP.

2. Que el ARTPOP Ball tendrá una sección entera de jazz.

3. Que dentro de ése ser que sacó ése álbum tan irregular (con la portada más retrasada mental de la historia) y que controla esa cuenta de twitter tan egolatra y hedonista sigue estando esa gran artista que se ahorcó, que destrozó cristales y cuyas tetas explotaron.

Lady GaGa fue en 2009 capaz de hacer beber leche del suelo a Christina Aguilera, reinventó y creó nuevos estándares para la promoción abusiva y revolucionó con un escaparate multidisciplinar y agobiante en el que ella se desenvolvía como pez en el agua.

Luego todo fue una mierda, perdimos la fe y tuvimos que quitar The Fame de nuestra lista de sincronización de iPod permanente para hacer sitio a Rihanna.

Sin embargo, con actuaciones como ésta, podemos olvidarnos de todo eso y ver la artista que se esconde debajo de ése personaje.