¿Porque estás aqui?

Porque se trata de eso, de bailar en ropa interior un sábado antes de salir para sentirte una súper estrella, de sentirte en un videoclip cuando escuchas música subiendo las escaleras del metro, de no poder evitar un paso de baile cuando escuchas esa estrofa que cambió tu vida a golpe de beat.

Porque se trata de música al fin y al cabo. Pop, electrónica, reinas, clubbing y modernas que lo darán todo en las raves.

Tragadores de la mejor mierda.

Ecos de Extrarradio.

lunes, 6 de marzo de 2017

Little Boots sigue atrapada en la oficina


Hay cosas bien hechas. Y hay cosas muy bien hechas.

Pongamos un ejemplo de cosas CASI tan bien hechas.

Por ejemplo, The Fame Monster. Jo... que álbum. Cómo molaba. Como moló Bad Romance. Concepto. Estética. Arrabal. Beat machacón. Telephone fue un poco raro. Raro bien. A ver, un vídeo en el que salen Lady GaGa y Beyoncé, en ¡2009! no podría salir mal, pero no era todo lo que esperabamos, no exactamente.

Es decir. Fue mucho más de lo que esperabamos. ¿Pero donde estaban los miedos? The Fame Monster era supuestamente una colección de ocho miedos como ocho canciones, y Bad Romance lo dejó claro convirtiendose en un himno generacional.

Pero Telephone se desmarcaba del concepto en parte y Alejandro terminaba siendo la muerte promocional, SOLO PROMOCIONAL del disco. The Fame Monster será siempre más grande que la vida misma.

Algo parecido pasó con Confessions On A Dance Floor. Hung Up y Sorry presentaron el concepto del disco divinamente, y Get Together y Jump lo descafeinaron gracias sobre todo a una pereza generalizada a la hora de hacer las cosas.

Pues Little Boots, como fan absoluta que es de la cultura pop y que al igual que Carly Rae Jepsen, entiende el negocio, ha aprendido de los errores de las grandes.

Little Boots se niega a abandonar el concepto de un disco, porque es primeriza, aún no ha roto la barrera del mainstream y porque tiene la rabiosa ambición de ser eterna.

Menos mal que nos quedan las artistas que no están acomodadas.

Sacó un álbum muy bueno llamado Working Girl, y ha sacado hasta el momento tres vídeos buenísimos y que tienen algún tiepo de correlación.

Taste It, o como hacer un vídeo guay con poco dinero.



No Pressure, o como hacer un buen vídeo con un concepto chorra.



Better In The Morning, o como hacer apología de los after-hours con una metáfora capitalista.



Y ahora nos enfrentamos al cuarto vídeo en el que por supuesto, Little Boots sigue atrapada en la oficina.


Poco que comentar al respecto. Aplausos, buen trabajo, profesionalidad. Comicidad inherente. Oscilación entre tomarte en serio a ti misma y burlarte de tomatrte en serio a ti misma.

Coherencia. Concepto redondo. Los accesorios de oficina se mueven al ritmo de la música.

Una razón más para darle una oportunidad a ésta ARTISTA POP que se ha tomado su tiempo en hacer algo terriblemente redondo. Working Girl será reivindicado dentro de quince años como el trabajo pop revolucionario en el que nadie se fijó.

Y la tenacidad de Little Boots por mantenerse fiel al concepto será el culpable de ello. BRAVO.

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