Bum. Vamos a dedicarle una entrada al chico que ha lanzado lo que parece ser que es el álbum del año. Está escalando de forma inesperada en los charts más importantes y en iTunes.
Cosa que no entendemos. Aún menos entendemos que Future Sex/Love Sounds esté también recosechando esxitos después de unos cuantos años de su lanzamiento.
A ver, todos pensamos que la vuelta de Justin iba a ser grandiosidad y elegancia. Entiéndase, grandiosidad y elegancia POP.
Justin fue el señor por el que escuchabamos a ´N Sync, por que los otros integrantes eran lo peor de lo peor. Y crecimos bailando Pop en las fiestas del pueblo.
Tomemos un tiempo para reflexionar a cerca de lo que ha pasado con Justin. Y esa reflexión empieza, con ´N Sync. Esto era un grupo de dos chavales con talento y tres coristas como las de Hércules.
Tuvieron a gusto de temazos en sus manos y supieron terminar su carrera sin grandes dramas. Simplemente Justin se hizó un Beyoncé (Como nos encanta decir ésto, por dios) y los mandó a todos a tomar por culo. Ahora uno de ellos dibuja para Nickelodeon y otro está llorando por que su segundo álbum de estudio fue cancelado por mala previsión de ventas.
La cosa es que viene de un background interesante. Su última gira como grupo se llamaba Pop Odissey. Y eso no puede quedar como algo anécdotico.
Luego Justin se hizo mayor, se folló a Britney y la dejó, y en Justified nos demostró que puedes ser ser hijodeputa y elegante a la vez.
Lo malo de ésto fue que nos colarían a Timbland por todos los lados. Claro que nosotros no lo sabíamos. Luego vino Future Love/Sex Sounds, Sexy Back y rodo lo que supuso destruir aquella bola de discoteca para la portada más icónica de éste chico.
Después se calló, y se dedicó a grabar películas absurdas en las que no había números musicales para desaparecer por completo.
Entre tanto conocimos a Lady GaGa, aprendimos lo que era un sampler y rescatamos los vinilos viejos de PInk Floyd. Ya no eramos adolescentes. Nos apetecía experimentar, comprarnos gafas sin graduar y atarnos la camisa hasta arriba. Esperabamos que Justin se quitara el traje y se enfundará en papel de plata para iniciar una época bastante Björk.
Y sopresa, no ha sido así. A nosotros The 20/20Experience nos ha aburrido bastante, ya que explota ése concepto que ya exprimió Aguilera de creerte de los años veinte a pesar de que tus inspiraciones son Michael Jackson y la ketamina a palo seco.
Asi que pasaremos a comentar sólo las canciones que creemos buenas, que son poquitas.
1. Strawberry Bubblegum
Primero: Todas las canciones duran más de seis minutos. No sabemos que mal le ha entrado a Timberlake, pero esperamos que la tontería se le pase pronto. Es muy ambient. De dejarse oír, que diría tu madre.
Tiene ése toque classy y de deslizarse que tiene que tener. Lo mejor empieza en la segunda parte de la canción, donde los ecos del final se confunden en una caotica composición casi jazzera para demostrar que Timberlake es merecedor del cetro de príncipe.
7/10
2. Spaceship Coupe
Atentos a como mezcla en una canción la ciencia ficción con las referencias vintage. Que guay eres tío. Lo cierto es que todas las canciones tienen una parte bastante experimental al final, lo que hace a algunas especiales y a algunas cansinas.
Esta tiene un punteo de guitarra, gancho y un estribillo pegajoso, asi que punto para Justin.
8/10
3. Mirrors
El gran temazo, ahora con vídeo.
Demasiado grande. Ya hablamos de él cuando terció y nos pareció el temazo irrefutable del álbum. Mucho mejor que el single presentación e inmensamente superior a cualquier otra canción.
El vídeo le añade epicidad y lo mejora considerablemente. Asi que sí, para nosotros The 20/20 Experience es igual a Mirrors.
9.5/10
Nuestra conclusión es que ha pegado un patinazo. Que algo funcione en el mercado no le suma calidad, y desde luego no le da ningún crédito.
Es simplemente que ha funcionado y hay un factor de la populación que lo consume. Pero millones de personas escuchan y bailan Daddy Yankee y esto no quiere decir que sea de calidad.
El álbum queda así con tres temazos distinguidos, con el single presentación, que es pasable y con media docena de canciones muy repetitivas y cansinas.
Y ahora vendrá el listo del turno diciendo que se ha arriesgado, que somos envidioso que esto y lo otro.
Bien por ése listo. Pero los argumentos de mongolas no harán cambiar nuestra opinión.
Menos mal que se rumorea que habrá una segunda parte, que se desvinculará del rollo orquesta y tirará a un sonido más experimental. Rezamos por que sea verdad.
Hasta entonces, adiós Justin.
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