Marina y la fruta de temporada

Marina And The Diamonds ha pretendido ser lista en ésta su tercera era.

Es estupenda como artista entera y completa. The Family Jewels fue guay. Pero guay de verdad. Pero Electra Heart fue más de lo que nadie podía esperar de ésta mujer. Una historia ficticia, dividida en personalidades de una estrella acabada que se dedica a llorar, hacerse la intensa y a drogarse, básicamente.

Fue el adalid de la fusión entre el pop y lo underground antes de que Lana Del Rey se hiciera famosa y la respetáramos por ser una rica petarda.

Fue la inventora de sacar singles exclusivos con un sentido. La inventora de las historías metacentradas. Vamos, que Electra Heart fue genial, ya sabeís que lo pensamos y que no dejaremos nunca de repetirlo.

Y para ésta ocasión, Marina decidió seguir una estrategia moderna, en la que cada mes conocíamos una de esas frutas, o sea canciones, porque el concepto del álbum son frutas, para ir quitándonos el mono de contratar a un hacker moldavo para robarle el álbum. Aún así, no ha servido para nada y ha terminado filtrándose mientras ella sigue sacando canciones como si no pasara nada.

¡Claro que sí hombre!

Froot ha resultado ser una sorpresa, porque después de Electra Heart quizás hubierámos esperado un material más plástico, pero en lugar de eso se ha venido de señora que ha superado todos los niveles de la vida y que se dedica a poner cara de triste en su ático de Londres mientras llueve, con una copa de vino tinto en la mano y Radiohead sonando de fondo.

01. Happy

Hubo cierto revuelo cuando salió porque había miedo de que tratara de dios y de que Jesucristo fuera el nuevo mejor amigo de Marina. Nada más lejos de la realidad. Con cuatro instrumentos tontos, unos coros hecho por ella misma y el leitmotiv de querer ser feliz empezando a pasar un poco de las mierdas y madurando es SÍ. Un mensaje muy de autoayuda, pero con una canción preciosa.

8.5/10

02. Froot

Música retornada. Revolución. Letra. Voz. Saltos. Esperar a que te empotre el príncipe adecuado. Maravillosidad. Vídeo de mierda.

9.5/10

03. I’m A Ruin

Nos encanta. El vídeo es muy guay como ya dijimos, y la canción te obnubila, te rodea, te da alas y te vuelve aún más deprimido en esos días del mes. Maravillé. Es la mejor de las canciones pre-estrenadas con la excepción de Froot. ¿Podríamos decir más cosas? Podríamos, pero preferimos que la volvaís a escuchar.

9/10

04. Blue

Una canción sobre no querer estar triste más nunca más, lo cual parece el hilo conductor del álbum. Tiene un piano cuqui y una melodía que mola y además palia la tristeza con alcohol, porque pide que le dejen salir una noche más, porque nada como los cubatas de ginebra a palo seco para olvidarte de que eres lo peor (Canción anterior).

Además tiene prom - prom - proms de los de toda la vida y repite el puente dos veces, porque sin eso no nos lo aprenderíamos. Y el pre-estribillo funciona también como post-estribillo y como final de canción con fade out (!). Esto no pasaba desde 1988.

8/10

05. Forget

Empezar una canción con el estribillo es una costumbre que tiene que volver YA. Forget es menos contenida y suena mucho más a Marina And The Band (Cosa que se repite a lo largo de la escucha) que a una cosa precocinada, porque la voz, siempre protagonista en las canciones de Marina, cede terreno en pos de una instrumentalización más poderosa.

Repite el título de la canción un millón de veces y el estribillo es bueno. La canción es básicamente una enseñanza de que hay que madurar pasando de las mierdas, otra vez. Así, para que nos entendaís. Y sí, el vídeo es una mierda. Como se nota que en la era Froot le han cortado el presupuesto.

7.5/10

06. Gold

Primer cubo de agua fría. Es genuinamente Marina, y el tema es el que rodea a todo el disco y sí, nos gustan los discos conceptuales más que a un tonto un lápiz, pero la producción de Gold está tan en bragas, tan cogida con pinzas, que es díficil tomartela en serio como hit.

Y no nos gustan nada, pero nada,esos sonidos tan líquidos que eran lo más en los 80. La aprobamos porque le pone ganas y la melodía es bonita.

5/10

07. Can’t Pin Me Down

De nuevo pasa como en Forget, que parece que a Marina le ha dado por ponerse seria con los instrumentos y a hacer un ejercicio de "música de verdad". Se debe de creer que así la tomarán en serio. Pero lo grande de una canción buena no está en la artesanía y en la técnica del instrumento.

Una vez más habla de que no van a poder con ella porque es guay, y lo hace con descaro, con la voz modificada y con un estribillo que va a muerte, pero a muerte de verdad. Le perdonamos la guitarra, el puente chusquero y que sea una deslenguada, por una vez.

6.5/10

08. Solitaire

Sólo su voz y unos sonidos cacofónicos son sufiecientes para comenzar un tema que ¡Sorpresa! Vuelve a ir de estar sola y deprimida pero querer salir del agujero porque en el fondo eres fuerte y lo sabes. Tenemos sentimientos encontrados con ésta. Por una parte nos recuerda a Hypocrates de Electra Heart (Lo cual es malo), pero por otra parte nos gusta su oscuridad, la tira de comparaciones y la ascensión hasta el estribillo.

5/10

09. Better Than That

Guitarras y distorsiones de nuevo, querrá justificar el hecho de ponerse una chupa de cuero en la gira o algo. Ésta es la canción que se cantan las amigas cuando alguna hace alguna gilipollez como tirarse a un despojo humano para alimentar tu ego, y las amigas, mientras ella se justifica le dicen "Tía, tú vales más que eso."

Está bien porque por primera vez no va de estar deprimida. Pero no es ninguna maravilla. ¿Donde quedaron los Power & Control-s, los Primadonna-s, Los Oh No!-s?

Pues no lo sabemos, y apostamos que ella tampoco.

5.5/10

10. Weeds

Misma fórmula, repetida ya por cincuagésima vez en el disco. Voz perfecta, minimalismo instrumental, acrobacias vocales y GUITARRA, PUNTEOS DE GUITARRA.

#PUNTEOSDEGUITARRA

2.5/10

11. Savages

Esto sí. Menos mal. Por un momento habíamos pensado que todo Froot se reducía en cantar sobre guitarras agujereadas y bombos absurdos. Savages es una vuelta a su sonido de Electra Heart, con esos movimientos más hacia Bubblegum Bitch que hacia "¡Hola! ¡Tengo un grupo de música de verdad!" Pues muy bien.

La canción entera es como un estribillo, pero el verdadero estribillo es inegablemente intenso, muy apto para ser cantado con los ajos cerrados a lo Ariana Grande. Lo mejor es el tema, que tampoco va de depresión (¡Bien!) si no del debate a cerca de la deshumanización del individuo. Quizás Froot no sea el álbum más propicio para proponer éste tipo de conversaciones, pero ea, ahí teneís.

7.5/10

12. Immortal

Otra que conocíamos desde hacía milenios, y ya dijimos que era la peor de todos los adelantos. Suena muy grande y vacía a la vez, pero no vamos a negar que es un buen corte de cierre, pretencioso, pero pasable al fin y al cabo.


5.5/10

Froot termina así por ser la compilación de canciones más contundente de Marina, aunque de Forget en adelante la calidad de las canciones da un bajón considerable, salvando Savages. Es mucho más duro y consistente que The Family Jewels y más corto que Electra Heart, y a pesar de eso, quizás sea el menos accesible de todos sus trabajos.

No se puede negar que ha conseguido un sonido característico, lleno de piano y esas guitarras grabadas en cualquier estudio debajo de una carnicería, y que su voz seguirá impregnando con su sello todo aquello que toque, pero con Froot se ha quedado a medio camino de la excelencia que sí que consiguió con Electra Heart.

Siendo más largo, pesado y mucho, pero muchísimo más petardo, Electra Heart consigue atraparte por completo con la excepción de una o dos canciones y The Family Jewels, siendo un primer trabajo completamente ajeno y ecléctico, es mucho más fácil de digerir.

Su voz y su escritura están probablemente en su mejor momento, tal y como demuestran Froot, Savages o I´m A Ruin. Pero en lo que a ambición y a temazos POP (Sí, con mayúsculas) se refiere, Froot anda algo escaso.

Funciona como conjunto porque es Marina, porque le hace tilín ponerse seria,  porque es una artista con cierta integridad y porque el arranque del álbum es muy bueno, pero no creemos sea un disco de larga duración, ya que su sonido y temática lo relegan a ese oscuro rincón de la circunstancialidad.

Lo rescatarás cuando te sientas triste y cuando ese con el que vas al cine no te llame más, pero ya.

Y nosotros seremos grandes defensores de la primera mitad, pero apostamos a que en 2017 nadie se acordará de Froot. Bueno, de hecho esperamos que para 2017 Marina nos saqué otro Electra Heart y nos deje completamente satisfechos.