Si All Of It But Me nos pareció la bomba, lo más, la dirección que deberían de seguir la mayoría de las estrellas pop, su vídeo nos gusta aún más, porque no es un vídeo, y recupera aquella habilidad que tenía Lady GaGa de no sólo promocionar la canción, si no elevarla a la categoría de arte.
Vaya por delante que la estética blanco y negro e imágenes chorras evocadoras sólo funciona si la canción es buena. Si lo hace alguien por que tiene mucho dinero y se siente vago, probablemente le salga algo como ésto. Es decir. Un truño.
Pero si eres desconocido y tienes talento, te sale algo que puede ser tan guay como ésto.
Ya en el pasado se habían dedicado a hacer vídeos maravillosos, como por ejemplo el de D.I.S.C.O. o el de 20 Seconds, donde hacían suyos los cánones del pop nórdico y la desvergonzonería clasista.
O aún mejor, Fuck Off Berlin.
Donde prácticamente hacen de todo. Y te sientes medianamente identificado con todo. Es el típico vídeo que te hace sentirte listo aunque seas gilipollas.
Resaca, trajes luminosos, South Park, McDonalds, borracheras, amaneceres en lugares ajenos. De todo. Pues imaginaos que después lo petaron, abrieron para museos famosísimos y se hicieron ricos, para financiar sus ideas, y hacer cosas como el vídeo de All Of It But Me.
Las imágenes se sucedenen una vorágine de estética muy guay y reivindicable. Podríamos hablar de ésto durante horas, y hacer un listado minuto a minuto de todas las cosas, pero sinceramente, preferimos que lo pongaís en pantalla completa y disfruteís una y otra vez.
Y la canción se llama All Of It But Me, pero creemos que deberíamos darle el título de tenerlo todo, porque no le falta de nada.
Elevar las canciones a categoría de arte nunca pareció tan sencillo.
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