No nos engañemos, porque haya colaborado con Madonna en una mierda de canción y porque haya redefinido el concepto de pop zarrapastroso, M.I.A. está condenada a ser una pesada.
Con casi 40 años (No es coña), ha sabido encontrar su hueco entre los barrancos del postureo indie - tribal y el mamarracherío más absurdo.
Gusta a los gays porque éstos se creen listos al menos una vez en la vida al comentar lo infravalorado que ha sido siempre Arular o lo fuerte que es que todo el mundo haya ignorado lo metacrítico de MAYA o que Matangi no haya conseguido pasar definitivamente al mainstream.
Pero si en verdad os gusta que se quede allí en la cuneta de lo comercial, que coño direís. También les gusta a los modernos porque queda muy bien decir que te gusta. Un poco como Kylie, pero en versión alternativa.
Y todos sabemos que los gays y los modernos son dos de los tres pilares del éxito, tal y como aprendimos en Don´t Trust The Bitch In The Apartment 23.Y sí, el tercero son los japoneses.
Pensamientos estúpidos aparte, Matangi fue bastante bueno en realidad, y tenía tres o cuatro temazos, unos cuantos vídeo llenos de ataques epilepticos y metaforas revolucionarias.
Pero luego, después de Matangi, hace unos meses, sacó ésto:
Que es todo lo que esperas de un tema random de M.I.A.
Es como si hubiera hecho una canción a medias entre Run The World de Beyoncé y Toyfriend de Guetta.
Pero más ruidosa, más rapera y mucho más guay, claro. Pues la cosa es que Run The World (Girls) siempre fue la canción más horrible de Beyoncé con el permiso de Single Ladies, y Toyfriend es superior al trabajo de M.I.A. porque tiene una estructura menos caótica, toques árabes, susurros y oportunidades para mover el culo.
Y la verdad es que, por mucho que odiemos a Guetta, Toyfriend podría ser perfectamente una canción de M.I.A., pero como Guetta es un superproductor - DJ - llenaestadios en horas bajas todo lo que hace o hizo en el pasado es susceptuble de ser criticado.
Pero si M.I.A. hace lo mismo seis años más tarde (!) es reivindicable.
Pues no. Can See Can Do es una suerte de sintetizadores aleatorios, con una melodía escasa y un estribillo que desaparece entre el ruido. Lo único guay es el mensaje, porque cada uno ve las cosas de manera distinta y no sé qué.
No contenta con sacar una canción mediocre, M.I.A. ha amenazado con un álbum entero de cara al verano, cosa que puede suceder, o no. Y ahora mismo no sabemos si nos apetece un huevo para que suene la flauta y dentro tenga cosas guays o que se tome un tiempo para buscar un sonido que no esté trillado.
Pobre M.I.A., jodiendo su digna carrera en la etapa final de la misma. Será la crisis de los cuarenta.
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