Yes, Britney is a bitch

Britney.

Britney Spears. Miss Litio. La ex-jefa de baile, la reina del playback y la absoluta diosa de andar durante hora y media por el escenario y cobrar por ello.

Britney vuelve. Con un single.

Y muchos dicen que es una mierda, porque no canta demasiado, porque no es pop. Porque quizas sea demasiado machacon. Porque suena demasiado a Satisfaction o incluso a alguna que otra canción pegadiza de hace unos veranos.

Que equivocados están todos.

Nada más lejos de la realidad. Work Bitch ES pop. Es Brtiney. Pero no suena a nada que ella haya hecho antes. Así que lo sentimos por los incondicionales pero no proviene de un Blackout 2.0.



Primero, atacaremos a todas aquellas personas que la critican porque no es pop al uso. Que estupidez.

Michael Jackson nunca hizo pop. Hizo funk y R&B. Compuso baladas con guitarras rockeras. Y se le llamó pop.

El pop no es un género en si mismo si no una asociación directa a una actitud. Y Britney, si es algo es pop. Es frescura y es poder desenfadado. Es alegría, extásis y drama. Es baile.

Y Work Bitch es todo eso. Así que por mucha base pseudotrance que tenga, no podemos imaginar algo más puramente pop y Britney que Work Bitch.

La letra es rápida y se repite. Es una canción sin estribillo aparente y sólo deja respirar en el puente, que es maginifico y se merece una extended version para él sólo.

La temática de la canción no habla de amor, de follar en la discoteca ni de la manida historia dramática del abandono romántico. habla de rabajar duro para comprarte un coche o estar guapa en bikini. Y disfrutarlo luego (En el puente musical) con los brazos extendidos.

Y éste mensaje tan capitalista, no puede ser más pop, ni más Britney. Añoramos aquellas épocas en las que estar triste era de pobres y en las que una nueva peluca y un nuevo movimiento de piernas nos mantenían en vilo toda una semana.

Work Bitch recupera totalmente los 90, en sonido, letra y actitud. Te vende la moto descaradamente. Es un anuncio de la teletienda, son extensiones, es sudor en la discoteca y cubatas derramados.

Y ésto, no puede ser más genuinamente Britney Spears.

La bailareís, la amareís y la idolatrareís. además Britney recupera la cara de zorra de su tercer álbum en la portada, y (según medios de información insiders) vuelve a estar en forma y vuelve a bailar.

Así que quizás si que es una letra personal, en cierta manera. Quizás sea la canción que le salió para entrenar en el gimnasio. Porque Work Bitch sirve para cualquier momento excepto para escucharlo a solas en tu habitación.

Work Bitch ha sido concebida como un electroshock social, como una carrera en el gimnasio, como una sesión de spinning y como un baile en el after.

No apta para gente que no baila, no apta para gente que se queja demasiado. Es un himno, una oda. Es revolucionaria a su manera, ya que rescata un sonido que , aunque conocido, no deja de ser underground, y lo trae a la primera plana de la música comercial.

No será una leyenda, porque en 2013 todo va tan rápido que para que algo sea icónico debe dar un auténtico golpe de efecto. Sin embargo, es dura y enérgica y aumenta exponencialmente las ganas que tenemos de ver el vídeo y escuchar el álbum.

Y sí, es mejor que Roar y Applause. Juntas. Así que haters...