Beyoncé, el pulpo en el garaje

Cosas que hace Beyoncé.

Irse de gira. Abrir con Crazy In Love. Mover el culo. Chillar. Luego hacer playback. Volver a abrir con Crazy In Love, pero ésta vez con un inicio acústico, venga.

Sale de gira. De nuevo.

- ¿Cambiamos el Set List B?

- No. Me gusta mover el culo al son de Crazy In Love.

-...

Sacó un disco. Y sí, fue malo. Pero ella no se resigno y sacó un montón de singles, singles que dentro de siete años sus fanáticas reivindicaran como joyas escondidas. Todo es mentira.

En un universo en el que los singles vuelan al son de la música de 140 bpms y los discos corren cual guepardo en la sabana, no tiene ningún sentido basar tu éxito en autoreferenciarte y autorepetirte continuamente.

Pero Beyoncé, que está encantada de conocerse, sale de gira sin disco. Mirala que chula ella. Pero ya sabemos que ésta tipa no da puntada sin hilo, sacrá quinto álbum después de hacer sonar sus nuevas cancioncillas por medio occidente.



Que es como la hija perdida de Run The World (Girls) y cualquier canción feminista de Honey B.

Boring, lo que viene siendo.

Vamos, como lo es Beyoncé, en general. Y por si ésto fuera poco, hay otra canción.



Sigue sonando a percusión y a Angola. Y a muy barato.

Y un poco a Rihanna, no nos engañemos.

La cosa es que el nuevo trabajo de Beyoncé, nos aburre de sobremanera.

No os preocupeís, algún día os diremos por que la amamos aún así.