¿Porque estás aqui?

Porque se trata de eso, de bailar en ropa interior un sábado antes de salir para sentirte una súper estrella, de sentirte en un videoclip cuando escuchas música subiendo las escaleras del metro, de no poder evitar un paso de baile cuando escuchas esa estrofa que cambió tu vida a golpe de beat.

Porque se trata de música al fin y al cabo. Pop, electrónica, reinas, clubbing y modernas que lo darán todo en las raves.

Tragadores de la mejor mierda.

Ecos de Extrarradio.

miércoles, 29 de mayo de 2013

¿Te sientes retro-electrónica? Razón aquí.



Epocas en las que se iban a un descampado y se disfrazaban de hadas chonificadas para irse de fiesta hasta arriba de pastillas, por la tarde, hasta la mañana del día siguiente.

O sea, que volvian el lunes a casa diciendo que volvían del médico como la gran GiGi (En plan GaGa) de Hermano Mayor.

Claro que nosotros, aún jóvenes, no nos enterábamos de nada e íbamos al Toys R Us a pasar la tarde.

Aquello nos traumatizó para siempre. Por eso a día de hoy en nuestra generación la gente inteligente reivindica los 90´s como década. Por eso salimos hasta altas horas de la mañana, por que nos es imposible no haber vivido aquella época en Bélgica.

Promovidos por éste trauma os traemos hoy dos viejas glorias de la escena electrónica para deleitar tus oídos.

Viejas glorias que vuelven a recordarnos que no cualquier piloto de motos / modelo / heredera / famoso preñador puede ser DJ. Y ni hablemos de producir, por supuesto.

El primer suceso interestelar que ha cambiado nuestras noches y va a cambiar la celeridad electrónica de muchos es ésto:



Pet Shop Boys. Tres palabras que muchas quinceañeras no conoceran. Pero que debemos reivindicar una y otra vez para que no crean que Justin Bieber y Selena Gomez son los representantes máximos en materia de música.

Acordes extremadamente deliciosos y con sabor retro para una vuelta de la más necesaria a la autodestrucción electrónica.

Un muy buen adelanto de ése esperadísimo Electric.

Y una buena bofetada a los que creian que para triunfar en 2013 sólo había dos opciones: Dubstep y Dance.

El segundo suceso es, como no, el regreso de los queridos Daft Punk, que, no nos engañemos, ha sido algo agridulce.


Daft Punk tienen un gran reto por delante: Superarse a si mismos. Está claro que nunca conseguiran superar Discovery, y que patinazos como el de Tron los han dejado tocados, pero aún así se espera muchísimo de ellos.

Quiza no sea una presión real. De hecho, puede que la mayor aportación del dúo a la historia musical no sea tan verdadera como estética, y realmente dudamos de que los que dicen que los aman con locura conozcan alguna canción que no sea One More Time o Harder Better Faster Stronger.

Pero lo cierto es que Get Lucky les ha salido mejor que bien.



Y eso que colaboran con un señor que no sabe hacer nada más que ruidos. Aunque está claro que si dos artistas se conocen en la presentación del disco de Madonna, nada puede salir mal.

Get Lucky se perfila así como la mejor canción de toda la historia, y no queremos parecer exagerados. Es decir, es una canción que vale para ponerla a las 12:00, a las 3:00 o a las 7:00 en la discoteca. Sirve para hilo de escensor y sirve para ponerla en el Bershka.

Sirve para ponerla mientras cocinas y mientras limpias la casa. Sirve para prácticamente TODO lo que puedas imaginar, excepto quizás para sentirte deprimido.

De ésta manera Get Lucky se alza como un verdadero himno pop que taladrará miles de mentes y creará aún más agujetas.

Eso sí, el disco bebe de muchas referencias más antiguas que el mismo carbón, y es díficil que muchos de los pseudomodernos lo traguen.

Instant Crush y Lose Yourself To Dance te obligan a bailar como si no hubiera un mañana con toques  pseudoochenteros. La egomanía se convierte en un alidao en la composición con firma Giorgio by Moroder y Give Life Back To Music no es más que una reivindicación bastante chochi.

Pero junto con muchos temas notables hay muchos temas irregulares o incluso fallidos que la gente no tardará en tildar como experimentales sólo porque los autores son los que son. Daft Punk ya han demostrado que entienden la electrónica bailable y la no bailable mejor que bien, así que sería una estupidez tildar los fallos de intentos revolucionarios, porque no lo son.

Aún así debemos defender Random Acces Memories como un trabajo notable, que no excelente, y una digna continuación en la historia de Daft Punk.

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