¿Porque estás aqui?

Porque se trata de eso, de bailar en ropa interior un sábado antes de salir para sentirte una súper estrella, de sentirte en un videoclip cuando escuchas música subiendo las escaleras del metro, de no poder evitar un paso de baile cuando escuchas esa estrofa que cambió tu vida a golpe de beat.

Porque se trata de música al fin y al cabo. Pop, electrónica, reinas, clubbing y modernas que lo darán todo en las raves.

Tragadores de la mejor mierda.

Ecos de Extrarradio.

domingo, 19 de mayo de 2013

Jenny es accionista mayoritaria de American Idol


Hace poco se ha disputado la final de la prima hermana de Operación Triunfo en América, cosa que nos la traería más bien floja si no actuara algún monstruo del escenario como es nuestra querido JLo.

Jennifer Lopez, la del bloque, la que es adicta a ponerse chandales de addidas y gorras y a maquillarse como si lo fueran a prohibir.

Esa misma. La que baila, y canta y hace mash ups, y baila, y vuelve a bailar mientras, en el último verso, el escenario arde.

De hecho, sacó una canción sobre bailar y volver a bailar. Y moló.

La única persona en todo el universo en hacernos oir a Pitbull. La única persona capaz de hacernos ver la final de American Idol por que actuaba estrenando su nuevo single veraniego.



Y... esto era lo que creíamos que esparábamos.

Es decir, el principio promete.

Andamios, escaleras, sonido electro minimalista y gasas con ventiladores. De fondo, la voz de JLo, cual filósofa postmoderna, nos recita los mandamientos de éste verano, que consisten en hacer lo que te da la gana, reirte un rato largo, emborracharte y terminar en la cama con algún desconocido.

Hasta aquí todo bien.

Luego viene Pitbull vestido como las juventudes del PP, y es cuando los párpados se cierran hasta que aparece Jennifer.

Colgada de unos aros gimnásticos. ¿Los usará? No, no los usa. El vestido le dura tres segundos, como siempre, y emprende la bajada de la escalinata para romperse a bailar.



Pero ésto nunca llega a suceder. De hecho, ocurre todo lo contrario de lo que ocurria antes. Igual le estamos pidiendo demasiado o ella ha puesto el listón muy alto, pero lo cierto es que la actuación termina y tú te quedas en plan: Meh.

Esperas movimientos aérobicos, mucho brinco y megatrón y nada de eso ocurre. La coreografía sólo entorpece el ritmo de la canción y además ella parece que está de mala hostia.

Por si ésto fuera poco, Pitbull vuelve a hacer presencia al final.

Asi que, en general, nos ha parecido un poco descafeinado.

Además, Jennifer que es muy lista y por eso hizo un grado medio de administración, ha estrenado el vídeo justo después de la actuación, pa que se vea que es ella la que corta el bacalao en el programucho de marras.



En el cual podemos ver:

1. Un desfile de travestis con andamios. Y el flequillo de jennifer, recuperando tendencias.

2. Una playa. Con pareos, champán y Pitbull bailando como un mandril.

3. Una discoteca. Todo buen videoclip DEBE terminar en una discoteca. Y punto. Que pena que éste no sea un buen videoclip.

4. Jennifer vestida como una Kety Perry cualquiera zarandeandose en un columpio. Vamos, algo que nadie antes ha hecho.

En resumidas cuentas, que ésta vez no cuela hija. Vale que hayas untado a todos los productores de American Idol para que te dejen utilizar el programa como principal plataforma promocional, pero no va a colar. Así de secillo.

Ah, y Mariah Carey se hizo una actuación recordándonos porque es la jefa de las corderas.



Y está siendo completamente acusada de playback. Que innecesario. Alguna corista la tapa en alguna ocasión, pero nada más. Mariah hace aquí gala de una gran voz y de una apariencia aburridísima de diva clásica.

Nada que ver con el olor a fluidos que destila JLo, vaya.

1 comentario:

  1. Cada día os superáis más en cuanto a redacción. Genial!
    En cuanto a Jenny, deja la fórmula RedOne - Pitbull please!

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