¿Porque estás aqui?

Porque se trata de eso, de bailar en ropa interior un sábado antes de salir para sentirte una súper estrella, de sentirte en un videoclip cuando escuchas música subiendo las escaleras del metro, de no poder evitar un paso de baile cuando escuchas esa estrofa que cambió tu vida a golpe de beat.

Porque se trata de música al fin y al cabo. Pop, electrónica, reinas, clubbing y modernas que lo darán todo en las raves.

Tragadores de la mejor mierda.

Ecos de Extrarradio.

domingo, 25 de agosto de 2013

El tropiezo eléctrico-intenso



Triggerfinger es una canción molona, sin la puta almohadilla.

Se pueden meter el Twitter por donde les quepa. Solo nos interesan las movidas de Azealia Banks y los tuits de Cher en mayúsculas.

Donkeyboy son un grupo noruego (pero cuando les debemos a los nórdicos por dios) que en 2009 hicieron un álbum regulín regular con un gran single.




Con un electro pop delicioso, chicos que cantan como chicas y una imagen femenina para gusto de los mitómanos, lo tenía todo para petarlo. Pero lo cierto es que Ambitions fue de las pocas canciones buenas de Caught In A Life.

Así que espabilaron y tardaron tres años en componer ésto.


Silver Moon es como el tío perdido del álbum de Icona Pop. Menos electrónico, más intenso y mucho más trabajado en matices. Comparte con el Iconic EP que hay solo tres sonidos de sintetizador en todo el álbum, y los repiten hasta la saciedad.

¿Es esto malo? No. Nos encantan las repeticiones, los Oh-oh-ohs y los yeah yeah yeah. Y ésto es así. El pop es así.

La canción que da nombre al álbum y Pull Of The Eye son grandes en si mismas, y Drive tiene un ritmo deliciosamente acelerado. Pero la estrella es sin duda esa obra post moderna llamada City Boy.



Perfecta. Se baila. se escucha tirado en la cama. Se anda con ella por la calle. Se va con ella en el bus, avión lancha motora o hovercraft.

Vamos, que lo peta. Encima el vídeo está grabado en negativo, para que no te des cuenta que los captores son como lechugas iceberg. Muy fuerte como sin un puto duro creas ARTE POP.

Claro que una producción tan excesiva y apabullante convierte a Silver Moon en un álbum de estudio absoluto. Por que en directo sólo quedan dos opciones: O playback o playback. Si no, desluce.

La cosa es que vuelven con un single presentación que , suponemos, precede a un álbum. Y no estamos muy contentos que se diga.



Un sonido más genérico, menos intenso y con una melodía mucho más anodina, presentan Triggerfinger. Eso sí, la esencia sigue estando ahí, en alguna parte.

Sigue siendo synth pop, sigue sonando fresco para lo que es el panorama musical actual. Y siguen siendo síper modernos por que utilizan planos indirectos e imágenes de ruido.

Pero es como que esperábamos la gran revolución pop, y tampoco es para tanto.

Ahora, esperamos que con el álbum nos den algo más que la fórmula reciclada, por que si no estaremos muy decepcionados.

De momento, nos lo tragamos.

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