Kelis tiene hambre

Lo que no sabemos es si el hambre es figurada o real. Porque siendo sinceros, llamar a un disco "Comida" nos parece casi tan preocupante como el look de Cindy Lauper en los Grammys.

Hoy en día aún suspiramos con melancolía cuando recordamos cómo se estremecía nuestro hipotálamo al escuchar Acapella.



De hecho el porqué del flop de Acapella y Fleshtone será uno de los grandes misterios del pop contemporáneo junto al éxito de Dark Horse.

La  verdad es que la primera vez que supimos algo de la Kelis post - Fleshtone que ya no se acuerda de hacer pajas, quedamos bastante contentos con el resultado, aunque también es verdad que nos supo a poco.



Nos pareció bien sobre todo porque nos alegró que se alejara de la tónica negra maligna y adicta a comer chupa chups que reinaba cuando escuchábamos Distance por primera vez para seguir apoyando la electrónica como vehículo para emocionarse y contar los dramas.

Posteriormente colaboró con el mismo productor en un tema mucho más experimental. Y con experimental nos referimos a algo tan sexy como revolucionario. Hombre, es una manera de hablar, pero realmente nos gustaría que tirase por estos derroteros.

Al parecer, y lo contamos con un gran pesar, Kelis ha abierto los ojos, o lo que es lo mismo, ha dejado de drogarse, para madurar musicalmente.

Lo que generalmente se traduce en alejarse de la electrónica bailable para acercarse a otros géneros musicales tradicionalmente reservados para las aburridas como el soul o el R&B serio.

No sabemos cuanto habrá de cierto en estás afirmaciones, pero esperamos que Kelis se deba a sus fans y que entienda que con una peluca y un croma todo es mejor.

Lo descubriremos en Abril, cuando deje ver los numerosos temas gastronómicos que prepara.

1. Jerk Ribs
2. Breakfast
3. Forever Be
4. Floyd
5. Runner
6. Hooch
7. Cobbler
8. Bless The Telephone
9. Fish Fry
10. Change
11. Rumble
12. Biscuits 'n' Gravy
13. Dreamer

De momento podemos disfrutar del primer corte, Jerk Ribs, o costillas de gilipollas, de seguro una oda a su exmarido y padre de su hijo. Y a la pensión de cuatro cifras que le pasa.



Y la verdad que no suena nada mal. No llega a ser esa vuelta de tuerca tan amenazadora que a lo mejor ella busca, pero es una fusión interesante del pop con instrumentos de verdad. recordemos que en el gran Fleshtone Kelis ya tonteaba con los vientos dorados en la notable Song For The Baby.

Apoyamos empresas de éste tipo que mezclen con gracia lo mejor de cada cosa a mezclar siempre que el resultado sea dramático, bailable o hable de masturbaciones.

Eso sí, ¿No había una portada más agradable hija? Ni que la hubiera diseñado la peluquera de Rihanna, por favor.