¿Porque estás aqui?

Porque se trata de eso, de bailar en ropa interior un sábado antes de salir para sentirte una súper estrella, de sentirte en un videoclip cuando escuchas música subiendo las escaleras del metro, de no poder evitar un paso de baile cuando escuchas esa estrofa que cambió tu vida a golpe de beat.

Porque se trata de música al fin y al cabo. Pop, electrónica, reinas, clubbing y modernas que lo darán todo en las raves.

Tragadores de la mejor mierda.

Ecos de Extrarradio.

jueves, 13 de febrero de 2014

Mariah hace el mamarracho una vez más


Cubierta - Cómo no - de glitter.

Ahor que Mariah ha dejado de lado la ginebra a palo seco podemos decir que vuelve más mágica que nunca. Y con magia nos referimos por supuesto a volver a aquellas grandes épocas en las que todos la amábamos por ser demasiado bizarra incluso para ella misma.


Sabemos que cubrirse de purpurina es sólo la segunda opción después de que la bañen en dorado, pero da igual.


 Contextualizar un videoclip sobre el amor eterno con una mezcla del laberinto del fauno y cualquier estudio fotográfico homosexual es más bien un alarde de bajo coeficiente intelectual.

Pero recordemos que hablamos de una persona que inerpretó a su propio stalker en un vídeo clip casposo y maravilloso a partes iguales.



También deberíamos de hablar de la portada del single, que no puede gritar más a no tener presupuesto para contratar a alguien decente.


Por favor. Es tan Mariah Carey que da miedo. Ella sabe que la mayoría de la gente que la escucha borra las portadas en iTunes para que no se rian de ellos cuando van en el metro, así que coge y lleva el guilty pleasure de las portadas a un nuevo nivel.

Y con guilty pleasure nos referimos a gilipolleces, así, en general, porque no nos imaginamos el día en que alguien diga que la portada es guay.

Parece ser que el negro random con el que se toca Mariah en sueños le hará un remix al tema, remix que por supuesto ni aparecerá por estos lares.

Ais Mariah tía. Que grande eres.

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