Minaj vuelve más negra que nunca

Pero con un negrerío de los que nos gustan y nos obligan a poner el culo en pompa.

No sabemos si acotecimientos como sabernos la letra entera de Phresh Out The Runaway o haber escuchado Beyoncé más de lo debido han influido, pero lo cierto es que nos encontramos en una etapa más de guetto de lo que nunca admitiremos.

Si hace dos años Nicki se hubiera venido con ésto, la hubiéramos mandado al vertedero de donde salió de una buena patada.

Pero no hoy. En 2014, después de que hayamos sido ya raveras, yuppies, canis, folklóricas, adictas a las baladas e indies, hemos descubierto que no importa de donde vengas o que es lo que te haya gustado toda la vida.

Quizas hayamos descubierto que para apreciar un momento musical en particular sólo haya que erribar esos prejuicios que te hagan odiar todo lo que venga de un sector determinado.
Pero que Nicki Minaj sea la que nos haga caer en ésta reflexión es muy, pero que muy fuerte.

Además nos ha quedado súper de discurso de miss. Si es que la cabra tira pal monte.



Y como la cabra tira pal monte, Nicki no ha podido hacer otra cosa que regenerar su música para volver a sus inicios, olvidándose de cosas como ésta y ésta.

De hecho nuestro menosprecio a aquel fatídico The Re - Up es tal que pasamos de todas las canciones e inclumos freedom en Roman Reloaded. Así de déspotas somos.

En Lookin Ass Nigga Minaj repite una y otra vez esa palabra prohibida para el 63% de sus fans. Pero oye, ella tan contenta.

El rap es mucho mejor de lo que se esperaría. Y la mejor parte es la repetición "nigga - nigga" al principio del primer verso. Repetición que se convierte en un escueto "nigga" sin repetición. Con lo que mola repetir palabras, tía.

El instrumental recuerda un poco a temas de Machinedrum, salvando las distancias, lo cual sólo puede ser bueno. Y nos gusta que se ahya decantado por un negreo contundente pero elegante a la vez. Elegancia entendida como se entiende en esos barrios, claro. Pero por favor, que jamás saque otra vez cosas como Beez In The Trap. Aún nos meamos cuando acordamos de que existe.

El vídeo es de esos muy olvidables en los que la artista de turno se dedica a ladrar cantar en paisajes desolados vestida de furcia.

La única imagen que merece la pena llega al final, donde sus pechos botan y rebotan al ritmo de las balas que se disparan.

Uno de los problemas graves del single es que se verá alterado en infinitas ocasiones a Lookin A** N****, porlo que nadie lo encontrará en ningún lado.

Lo que tampoco sabemos muy bien es a qué viene éste single. No sabemos si lo saca porque pretenece a esa mixtape llamada Rise Of An Empire, o si irá incluida en el supuesto nuevo álbum (Viva la originalidad) The Pink Print.

O quizás pase de todo como cuando sacó Roman In Moscow y luego se vino con Starships y Right By My Side.

Pero ya se sabe que con ésta nunca se sabe. Anyway, bienvenida de nuevo, Negra Minaj.