Eso sí, en la mejilla.
Lo cual probablemente signifique sólo embarazo prematuro en lugar del gran camino de la drogadicción sehuido por su correspondiente rehabilitación.
MTV ha promocionado hasta la saciedad con una foto más fea que la muerte el Unplugged de Miley, que al final ha resultado ser más o menos lo que esperaríamos de un Unplugged de Miley.
¡Sorpresa!
Pero es que de verdad: ¿Alguien esperaba un concierto acústico al uso? Creemos que no.
Miley Cyrus pasó del rollo intenso de los Unplugged yhizo lo que cualquiera con un poco de sentido común hubiera hecho: Hacer lo que harías en cualquier Video Music Awards pero con cien mil ochocientas personas menos y rodeada de violines y guitarras.
El movimiento no ha podido ser más inteligente, porque con ésto ha conseguido:
1. Cantar bien Drive, el verdadero tercer single del disco, por si alguien anda desencaminado.
2. Conseguir ensuciar con su rollo de
3. Cantar Don´t Tell Me (!) con la mismísima Madonna (!!!)
Si bien es cierto que el concierto no se reduce a ésta única actuación y que además hizo twerk con un caballo y otras mamarrachadas similares, hay que decir que sí que es lo más destacable. Aunque cantó Drive, que nunca está de más.
No porque la unión de Don´t Tell Me y We Can´t Stop sorprendiera a propios y ajenos no sólo con una mezcla mucho más efectiva de lo que hubiera cabido esperar, si no porque las canciones casan también con el significado. Y eso sí que nadie se lo esperaba.
Como punto negativo tenemos que decir que Madonna se come a Miley con patatas en cuanto a fuerza escénica se refiere, y que lo mejor de toda la actuación es cuando ella se levanta de la silla y hace el baile conejero.
Y eso sólo puede significar que o ella lo hace muy bien o la otra lo hace muy mal. Porque la actuación termina y el espectador sigue pensando en el momento en el que madonna se ha levantado, a pesar de que hayan hecho más cosas en los restantes tres minutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario