¿Porque estás aqui?

Porque se trata de eso, de bailar en ropa interior un sábado antes de salir para sentirte una súper estrella, de sentirte en un videoclip cuando escuchas música subiendo las escaleras del metro, de no poder evitar un paso de baile cuando escuchas esa estrofa que cambió tu vida a golpe de beat.

Porque se trata de música al fin y al cabo. Pop, electrónica, reinas, clubbing y modernas que lo darán todo en las raves.

Tragadores de la mejor mierda.

Ecos de Extrarradio.

lunes, 4 de junio de 2012

Kylie y la adolescencia tardía



Por fin Kylie ha entendido los entresijos de la industria.

Eso sí, 25 años ha tardado. Que es el tiempo que ha tardado también en colocarse en el olimpo de las artistas más infravaloradas de la historia.

Porque ella siempre ha sido muy cabaretera. Y muy poco escandalosa.

Porque nunca ha utilizado las bazas que toda artista pop alguna vez utiliza para ensalzar sus ventas. Lease: Lebianismo, zorrerías varias, violencia contra medios de comunicación, destrozar religiones o simplemente destruir algún objeto material.

Kylie era el tipo de artista que se contentaba mirando lo maravilloso que estaba el cielo, y lo ideal que le quedaría su nuevo vestido esa noche.

Si, habeís leído bien. Era.



Más vale tarde que nunca. Y ahora que es consagrada como la cantautora integrista del milenio se aferra a jugarretas que otras han perpetuado durante toda la carrera.

Primero divisamos esos planos tan de Celebration de la Madonna que Kylie utiliza para crear una falsa experiencia. Cuando lo vimos por primera vez, inducidos también con la imagen que utiliza youtube como presentación pensamos: Vaya mierda. Esta se quiere hacer un vídeo de dos perras para fingir que ha hecho algo.

Pero Kylie no es de esas. Que va. Es de las que hace un tour de rarezas para fans y llora cada vez que se compra un conejo.

Pero de repente la canción termina y sale del set de rodaje para comportarse como una Miley cualquiera. Se choca con un hombre al que tira todo lo que lleva y ni tan siquiera se disculpa, roba un iPhone (Como si nio tuviera ya uno) y se magrea en un club de mala muerte.

Es decir, se hace la choni cual Beyoncé, pero siendo británica y classy. O sea, que es tonta. Pero se lo perdonamos porque incluye palos a lo Ray Of Light, se monta en una moto todo gamberra, y, por una vez, baila a lo guarrilla de barrio.

Eso sí, ya podía haber llamado a la canción Woop, porque nosotros hemos tenido que escucharla cinco veces antes de adivinar donde dice Timebomb. En cambio el parón y el woop! son contagiosos desde el segundo cero.

Muy a tener en cuenta la maravillosidad musical del puente, donde nuestra Kylie de toda la vida se restriega con una moto con el mejor vestido de la historia como si estuviera en una sesión random de FHM.

Teneís razón, ni tan siquiera parece Kylie, pero, a estas alturas, en serio...Que más da.

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