Ignorando todo el country (Que fue bastante) nos damos cuenta de que ésta entrega de premios que se suponía modernuquis y con gusto distinguiendo se está volviendo cada vez más chusquera y propicia a la prostitución tailandesa.
Cosa que nos parece completamente apoyable. Tener miles de entregas de premios como excusa para que las rameras más prestigiosas del globo se paseen para deleitarnos sólo nos puede parecer aplaudible.
Esto genera que como daño colateral lo hagan también Alicia Keys y Taylor Swift. Pero mira que son pesadas.
Y por ésto os invitamos a que vislumbréis una vez mas las actuaciones de éstos 2012 Grammy, para que podaís luego reproducir los gallos y coreografías con total exactitud.
Queremos antes de todo disculparnos por un error periodistico cometido artículos atrás anunciando los Grammy, pues avisabamos con toda seguridad de que GaGa abriría y cerraría la gala con sus actuaciones. La web debe de haber sido hackeada por little monsters ociosos.
En realidad lo leimos en el blog de nuestra prima merchera y nos lo creímos.
Esperamos que nos deís esa licencia.
También mencionar la actuación de jennifer Hudson honorificando a Whitney Houston de una manera épica, rozando la perfección. Fue de las mejores actuaciones homenaje que hemos visionado. Grande la Hudson. Y la Houston.
Empecemos.
Chris Brown se cree Cher
Cuando el revival electrónico ha llegado a cotas de depravación insospechadas, debemos perder la esperanza y rezar a Faithless para que todos los delincuentes vuelvan alguna vez al guetto de donde salieron.
Ahora, bailó genial, con una puesta en escena interesante y sincronizando sus labios increíblemente bien con la pista.
Los Grammy permiten playback. Y Britney no está aqui para verlo. vaya hombre.
Adele aplastó la competencia
Juas. Las mamarrachas deben estar planeando un ataque colectivo. Ella, recién operada, volvia con toda su fuerza natural al escenario, su tierra prometida. para gritar ése temazo que nos encandiló a todos y para dejar claro quien es la que manda.
Pelos como escarpias, as usual.
Katy Perry es la madre del trashy pop
Katy Perry acaba demostrando que es la puta ama en una actuación con cero originalidad. Empieza oscuro, insinuandose, para entonar E.T. Entonar. Meter Teenage Dream y darle al play, nos referimos. En ésta particular intro, ni si quiera ella hace acto de presencia, jugando al despiste con una doble disfrazada de tiránido.
La intro se despelleja en forma de intrusiones de ruido blanco para desvelar la posición de la verdadera Perry, y ahora comienza el show.
La artimaña de la introducción es tan casposa como innecesaria, pero Katy pasa de nuestro culo y hace lo que le da la gana. La doble lleva incluso micrófono. Claro que ya nos lo olíamos al ver que daba todas las notas.
El primer visionado de la Perry nos resulta desconcertante pero halagador a la vez. Sabíamos de su pelo azul, pero el conjunto era verdaderamente chocante. Recuerda a Aqua y a esa época en la que ser calva para llevar pelucas de goma espuma era ser lo más. Y ésto sólo puede ser bueno.
Empieza el estribillo, y se rompen los cristales, muy a lo GaGa AMA´s 2009. pero como últimamente es odiada por todos, nadie se lo tendrá en cuenta.
Luego todo es un ir saltando de acá para allá intentando seguir una coreografía peor que la de California Gurls entre estatuas de hielo de hombres que se derriten. Muy poetico.
Alucinante como Katy ha cogido una canción escrita hace lustros para hacerla tan suya en éste momento. Soy dura, y no me mereces. Lavar los trapos sucios en el show business es taaaaaaaaan drama queen.
Rihanna se convierte en la jefa sin que nos hayamos dado cuenta
La intro mola. El concepto ésta vez es acertado. Clava bastante las vocales. Va guapa, y... Clava el baile. Porque, por primera vez desde hace años hay una performance con tanto baile, voz y descalabro que hasta Madonna está cabreada con no haber llevado antes al popworld la decadènce de la drogadicción en forma de house adictivo.
Lo único reseñable de manera negativa es el pelo (Diana Ross meets Marylin Monroe NO puede salir bien), el hecho de que la canción sonara tan band-ish y tan poco club, y la aparición de los Coldplay que supone todo un bajonazo.
A Nicki Minaj la poseen en directo
Nicki Mnaj recupera del olvido las actuaciones con polémica barata e innecesaria con intro inmejorable para convertirlas en ley. Empezando por el pezón saliente y siguiento con su culo ardiente, Nicki ha protagonizado una serie de imágenes que todos reproducimos con nuestras amigas de jueves a domingo.
Pero a ella la graban. Esa es la diferencia.
La puesta en escena es llamativa, ella hace uso de todos los elementos escenográficos y se pasea descalza con un vestido de gasa negra como si de Frozen se tratara. Cristales rotos, salmos cristianos y un final apoteósico que encumbra a Roman, a Minaj y a la canción, que es así como un aprobadillo raspado.
Sólo a ella se le ocurre mofarse de tal manera de su bipolaridad sálpicando a un montón de colectivos para que le hagan publicidad barata.
Lady GaGa se debió de cargar con su cetro a media docena de público con la mala hostia que le entró cuando vio la actuación. Queda claro que la sombra de Madonna es alargada y pegajosa.
Claro que es fácil meterse con los pobres crisitanos, de los que se ríe hasta la dependienta de Bershka de la esquina. El día que una artista pop se ría del Islam lo crujirá en los charts y triplicará el numero de guardaespaldas.
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