¿Porque estás aqui?

Porque se trata de eso, de bailar en ropa interior un sábado antes de salir para sentirte una súper estrella, de sentirte en un videoclip cuando escuchas música subiendo las escaleras del metro, de no poder evitar un paso de baile cuando escuchas esa estrofa que cambió tu vida a golpe de beat.

Porque se trata de música al fin y al cabo. Pop, electrónica, reinas, clubbing y modernas que lo darán todo en las raves.

Tragadores de la mejor mierda.

Ecos de Extrarradio.

viernes, 13 de diciembre de 2013

El indie es el nuevo pop (Y viceversa) Parte II.



El desangelado panorama se encuentra entonces tal y como lo explicamos en el capitulo anterior.

Como nos gustan los posts fraccionados, madre mía.

Lo dejamos en: La aparición de Lana Del Rey. Que fue, más o menos, eso. Que ella llegó, sacó lo que le dio la real gana y antes de que a Rihanna le diera tiempo de reirse de ella se le cayó el tetrabrick de Vita Coco porque de repente era #1 en todas partes.

Esto contribuyó seriamente a que los fans del R&B, del eurodance y de la electrónica más machacona miraran para sus adentros y se preguntaran: ¿Que coño está pasando?

Y la reacción en cadena que se disparó desde aquel entonces sigue teniendo efecto en 2013, provocando una serie de sucesos, más o menos deseables.
Los perroflauteros sin presupuesto empiezan a petarlo en las entregas de premios



Quiza los primeros fueran Fun. con esa cosa llamada We Are Young. Llegaron incluso a estar en la lista de los 40 Principales (Vivir para ver). Ellos se miraron de reojo y se frotaron las manos, creyendo que nunca más se tendrían que comprar las camisas de cuadros en tiendas de segunda mano, pero, cosas de la vida: Se equivocaron, porque el estrellato sólo les jodería.

Fun. no fueron los únicos perjudicados por la moda de sentirse alternativa e intensa. Muchos otros grupos han sido amados por la gran masa cateta, como Foster The People, MGMT con el ya trillado Kids o el más reciente Imagine Dragons.

Hurts lloraron de rabia cuando escucharon Wonderful Life por primera vez desde su radio vintage, y se han visto obligados a trabajar con artistas que no tocan instrumentos de verdad para pagarse la cocaína

Que a cuatro chonis masca chicles, a tres activistas del 15M y a seis compradoras compulsivas de Stradivarius les de por ir de intensas durante unas semanas porque quieren emular a Rihanna en We Found Love no te convierte en estrella, al igual que no tener presupuesto para pantallas led no te convierte en un autor intimista.

Además ahora los indies de verdad renegarán de éstos artistas por sonar en radios que alquilan la longitud de onda en lugar de robarla. Porque es un rollo ir a un concierto donde la mitad de los que están ahí van por la canción del cierre, no saben quien es Lori Meyers y no hacen bromas con el derechismo político de Russian Red. 

Un drama, vamos.

Lorde tiene una canción buena


La neozelandesa más deforme y pesada de todos los tiempos ha intentado ser guay con un álbum y un single que son prácticamente lo que haria Lana Del Rey si la levantaran para grabar a las cinco de la mañana. Y lo peor es que la mayoria de la gente se lo ha tragado. 

Royals es un coñazo, COÑAZO en mayúsculas, que a nadie le gusta pero que queda muy bien reivindicar. Y su vídeo intenso es como lo peor que ha podido existir jamás a cerca de que lo te gustan los chicos que fuman. Si quiero recomendar a alguien un ensayo audiovisual sobre apreciar las cosas pequeñas de la vida le diré que vea Amelie. Gracias.

Pure Heroine no es mejor, por mucho que la gente lo esté ensalzando sin ningún tipo de sentido. Tennis Court no es tan aburrida, pero tampoco llega a ser notable.



Arte.

Definitivamente, que ésta niñata haya llegado a lo más alto en diversas listas mundiales y que hayamos metido una canción suya en el movil, significa que algo muy malo (o bueno) le está pasando al panorama pop actual.

Las estrellas de verdad no ganan ni para comprar pelucas


Y no entendemos el porqué. Nunca hemos sido amigos de las listas y los números, ya que pueden manejarse como uno quiera, pero es más que evidente el ninguneo de la población no fan a las artistas de verdad como Britania Juana o Estefanía.

No entendemos como Applause no ha colado entre la población homosexual de entre 14 y 27 años cuando tiene semejante instrumental y semejante vídeo. No entendemos como Work Bitch ha sido un fiasco total cuando incluso la gran Terremoto de Alcorcón ha decidido que mola.

Hasta Katy Perry que siempre se ha caracterizado por ganar un montón de pasta con su material se ha estrellado contra la cruda realidad a pesar de haberse vendido a la intensidad alternativa que es tendencia hoy en día.

Los dos singles de Miley Cyrus en funcionamiento tampoco son uptempo, y el que viene es ya de dormirse en el sofá. De la misma forma, Rihanna ha rechazado rotundamente nuestras repetidas peticiones de sacar Phresh Off The Runaway o Jump como singles oficiales, quedandole un recorrido muy paradito a Unapologetic en cuanto a singles se refiere.

Que las estrellas de verdad, las que no escriben sus canciones y sólo asienten con la cabeza mientras whatsappean tumbadas en su sofa de leopardo comienzen a emular a los artistas que no tienen dinero ni para ponerle una pasarela a su escenario nos parece decepcionante y triste.

Queremos que vuelvan el exceso, los bailes sin sentido y las historias en las que la interpréte se rie de si misma

Sin embargo, hay mucha gente con talento en la escena underground que está creando mejores obras pop que las supuestas estrellas, que están todas ocupadas fumando pitis o desnudandose.

De modo que de repente existe la necesidad de inventar un nuevo termino para éste pop tan idiotizado. De la misma manera que habrá que inventar un término para el pop de verdad, el POP con mayúsculas, que se encuentra en estudios mohosos y en salas de conciertos para aforo de 150 personas.

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