¿Porque estás aqui?

Porque se trata de eso, de bailar en ropa interior un sábado antes de salir para sentirte una súper estrella, de sentirte en un videoclip cuando escuchas música subiendo las escaleras del metro, de no poder evitar un paso de baile cuando escuchas esa estrofa que cambió tu vida a golpe de beat.

Porque se trata de música al fin y al cabo. Pop, electrónica, reinas, clubbing y modernas que lo darán todo en las raves.

Tragadores de la mejor mierda.

Ecos de Extrarradio.

viernes, 20 de febrero de 2015

Katy Perry: Color efectivo para toda la familia



Ir al Prismatic World Tour es a la vez una experiencia definitoria y reveladora. Ves a Katy Perry. Ves lo que hace. Y dices: "Oye, pues mira. Tampoco está tan mal". Y luego piensas: "Hostia, por ésto es que le gusta a todo el mundo".

Hace un par de años nunca nos hubiéramos creído que nos apeteciera ir a un concierto de ésta pava. El primer álbum fue demasiado estúpido, aunque tenía cuatro temas buenos, Teenage Dream fue un álbum de singles excelentes, relleno del bueno y una gira del todo a cien, y Prism es a medias un paso adelante y a medias más de lo mismo.

Entonces, ¿Porque coño hemos querido viajar 8 horas en autobús para ver a ésta californiana?

1. Vídeos de Youtube. Cuando empezó la gira no pudimos evitar ver a ver que gilipollez había hecho ésta vez. Y nos pilló por sorpresa. La gira estaba sobreproducida, pero no en plan de manera absurda, si no bien. Vimos que no utilizaba la versión del álbum en muchos de los números, había bien de mash ups y bien de cosas que nos gustan.

Nos recordó muy muy mucho a un espectaculo de Madonna. Todo rápido, bien pensado y bien hilado.

Dejamos de ver vídeos porque se germinó en nuestro interior la semilla de querer ir.

2. Una excusa para ir a Barcelona. Ya que estamos, pues eso.

3. Lo que hizo decidirnos por completo: La telonera. Charli XCX. Ibamos a ir. Fuimos al fnac y le dijimos:

- Eh tú. Danos entradas de esas bonitas para luego estar orgullosos de haber ido.

Y así fue. Íbamos al Prismatic a ver a Katy, que está muy bien, y a ver a... ¡Charli!


Llegamos al Palau St. Jordi. Y ya algo iba mal. Estaba lleno de niños. Familias completas, niñas de catorce años acompañadas por padres resoplando demasiado. Y mucha diversidad étnica revendiendo entradas. Y las de pista estaban agotadas. Así que nos pusimos todo contentos porque que guay, que fiestón ésto y lo otro.

También nos sorprendió una señora loca del coño chillando en inglés (Que internacional que eres, Barcelona) que íbamos a ir al infierno y que eramos los responsables de todos los males del mundo.


La señora era tal que así. Y chillaba. Y es como... Chica. Ni que fuera Madonna.

Charli empezó entonces a sonar a través de las paredes, y huimos desesperadamente hacía el interior. Es lo que tiene levantarte a las tantas después de unas maravillosas sesiones de techno.

London Queen sonaba y queríamos llegar ya para gritar "When I'm driving on the wrong side of the road
I feel like JFK you know". Y nada, llegamos y nos pusimos bien de cerca porque la pista estaba agusto de vacía, y vimos a Charli. Muy bien todo.



Es el único vídeo representativo de todo Youtube. True Story.

Canta genial, es majísima, iba muy guapa vestida y todo eso. Nos faltó algo de cuerpo de baile, chupar una piruleta... Que hiciera algo. Pero para ser telonera estaba guay. Lo que no vamos a perdonarle nunca es que no cantara:

- Sucker
- Body Of My Own
- Gold Coins

Y no hubiera estado mal si canta alguna del disco anterior, que son canciones muy buenas. Pero bueno. Esperamos volverla a ver, que es una mina de energía, aunque se dedicara a hacer el mismo baile cada vez que había un subidón instrumental.

Y todo muy bien. Se encendieron las luces y empezó a sonar Umbrella, que siempre se agradece. Y nos fuimos a la barra, porque un concierto sin cerveza no tiene ni pies ni cabeza, y ¡BAM!

No venden cerveza. Sólo sin alcohol. Porque hay niños. Que poco sentido tenía aquello.

No es que el alcohol sea necesrio para disfrutar de una experencia completa, pero sí que la aliña con anecdotas divertidas. Y es como... Francamente.

#FRANCAMENTE

Si los que organizan el espectáculo tuvieran la ESO, sabrían varias cosas. Primero, que la gente de los conciertos es tonta y no va a emborracharse, si no a ver a su diva favorita. Así que no tiene sentido restringir la venta de alcohol.

Segundo, que hay maneras de restringir el alcohol por zonas. Por ejemplo, ¿Tiene algún sentido que haya en pista niñas de diez años con su madre? No.

Se puede restringir la pista sólo para mayores de edad y vender alcohol sólo ahí. De nada.

Y se apagaron las luces, y comenzó el concierto.

El show fue el mismo que podeís ver en Youtube, pero con algunos pequeños cambios. El espectáculo tiene muchos aciertos, pero también muchas cosas que habría que pulir.

Primero, sucede la mayoría de veces el efecto Kylie, que es básicamente cuando el artista queda fagocitada por todos los globos, neones, bailarines y pantallas, con la diferencia de que Kylie sale ganando al cambio, y Katy no tanto. El Prismatic World Tour es una producción agotadora.

Katy hace de todo. Intenta bailar, intenta cantar, vuela tres veces, se cambia de vestuario cada tres canciones y cumple con el cometido de ser práctica y entretener a la vez. Dura algo más de una hora y media y pasa rapidísimo, lo cual es indicativo de lo efectivo del montaje.

En general estuvo muy bien y -Atención- cantó bastante bien. Cuando estaba quieta sobre todo. Primero os diremos lo más mejorable y luego pasaremos a endiosarla como si lo fueran a prohibir.

- Aunque el principio es fuerte y enérgico, hay una INMENSA necesidad de una intro mucho más llamativa. Focos y soldados tribales raveros no son suficientes. El ambiente ni se caldea y aparece ella. Se podría haber sacado mucho más partido a la piramide y todo eso.

- Faltaban las correas laterales que hacían volar a los soldados durante la intro y a los músicos en I Kissed A Girl. No sabemos si fue alguna falla del recinto o si lo harán en toda la parte europea.

- Roar se salva porque es la primera, pero la bajada de luces, los saltos a la comba y la coreografía corriendo en la cinta de Part Of Me dan bastante vergüenza ajena.



- I Kissed A Girl, aunque divertida, no tiene mucho sentido en el planteamiento, y mucho menos después de la digna Legendary Lovers. Rompe un poquito la elegancia de la parte egipcia.

- La sección gatuna es un poco... Pfff. Es mona y tal pero en ésta gira, donde va más a muerte, queda demasiado inofensivo todo. Y el interlude hacía ésta sección es también muy muy absurdo. Y no en el buen sentido.

Y ya está. Más o menos. Todo lo demás está bastante bien montado. El vestuario es bueno, aunque demasiado colorido e infantil. La primera sección termina de maravilla. La parte egipcia no da tregua tampoco. Y la parte de las baladas se hace cortita y bien, porque ha quitado By The Grace Of God, que era la más coñazo de todas. Además aquí aprovecha para ponerse cercana y hacer unas bromas más blancas que las de los Morancos con un humor absurdo y de barrio Sésamo.



Y a partir de ahí todo bien para arriba. Se echa de menos un Peacock, o un Last Friday Night más largo y más a tope, pero el show es impecable en su recta final. Tiene de todo: Telas al viento, confeti, globos, coches, cacas voladoras, fuegos artificiales, neón y TEMAZOS. Empezando desde el interludio, donde las coristas cantan Finally, el final del concierto es apoteósico.

Walking On Air
This Is How We Do / Last Friday Night (T.G.I.F.)



Teenage Dream
California Gurls
Birthday
Firework 

Lo cierto es que un aplauso y muy bien todo. Ha sido todo un acierto retirar It Takes Two de la parte ravera, porque cortaba mucho el rollo. Así que muy bien. 

Lo único que se echa en falta es que la continuidad de ésta última parte se contagiara al resto del show, porque el inicio queda un poquitín desangelado, aunque Wide Awake y el combo This Moment/Love Me funcionan de maravilla. Y la parte de la mitad también queda un poco descafeinada. Se echa de menos una parte más carabetera, más pin-up, quizas más afín a una Katy Perry no tan caricatureada.

Pero en terminos generales está muy bien, y oyendo las conversaciones a la salida del Palau era más que notable que los padres y madres habían quedado sorprendidos por la metralleta multicolor de Perry.

Así que va a ser un sí. No baila, pero no le hace falta. Y canta mucho mejor de lo que nosotros nunca hubiéramos apostado. La siguiente gira debería tirar por éste camino, a muerte, con mucho de todo y mucho, muchísimo pop.

Pero poniéndose un poco más seria, o al menos no tan obvia. Está bien meter un emoticono de vez en cuando, o sacar a unas momias culonas a bailar, pero saltar a la comba como una discapacitada o cantar con una guitarra con purpurina pues a lo mejor no tanto. Y pensar los interludios un poquito. No cualquier chorrada vale. No hace falta montarse ninguna historia metafisica, pero por favor. Habiendo cosas como ésta, ésta y ésta, no entendemos como el equipo de Perry no ha hecho algo mejor.

Pero nadie podrá decir que se haya aburrido con Katy durante el concierto. Y eso, para empezar, es algo muy bueno ya. Y menudos temazos.Que siga así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario