Buenos días.
Lady GaGa, aquella mujer que se dedicaba a hacer vídeos imposibles y giras llenas de confeti y referencias a las drogas, vuelve a ser relevante. Pero... ¿Dejó en algún momento de ser relevante?
Los filósofos e historiadores están de acuerdo en que el principio del final del mundo comenzó el 11 de noviembre de 2013, es decir, el día en el ARTPOP se publicó mundialmente.
A pesar de que el álbum está plagado de buenas intenciones, estamos seguros que el miedo del sello a producir un abismo entre GaGa y el consumista casual mutilaron el trabajo cruelmente. El resultado fue un álbum a medio camino entre las raves para pijos y el glitter, cuyo efecto fue exactamente el contrario al que buscaban. El público mainstream no se acercó y el público consumidor de pop que no eran fans lo tachó de burdo, poco atrevido y precocinado.
Luego hizo la artRave, donde si que hizo un poco más lo que le dio la gana, y después se vistió de estrella, para recordar a todo el mundo de que ¡Oh! ES una estrella.
Entre sacar álbumes y dejarlos morir, GaGa se dedica también a hacer el mamarracho y a cantar jazz con un señor centenario y de vez en cuando, la campana suena, los astros se alinean y la llaman para cantar en los oscars.
Y cosas de la vida, lo hace de puta madre. No podemos decir que el repertorio sea de nuestro gusto, porque hubieramos preferido mil veces cualquier otra cosa, pero está bien de cara a que la gente se entere de que aún existe, porque
ESTÁ TRABAJANDO CON RED ONE DE NUEVO
No queremos alarmarnos pero puede que sea lo mejor que le ha pasado a GaGa desde Paparazzi. Por lo menos. No queremos entrar en un bucle eterno recomendando Bad Romance y Poker Face una y otra vez, así que ya sabeís. A esperar más música guay de GaGa.
Volviendo a la perfromance, diremos que estuvo sencilla, espléndida y comedida, palabra que Christina Aguilera confunde con comida. Así es niños y niñas, tener una voz potente y llena de color no te da derecho a gritar cada vez que te pongan un micrófono cerca.
Así que buen trabajo y muy bien todo el mundo. Bravo.
Lo que no es tan guay es que una actuación tan pura haya sido eclipsada en internet por el hecho de que en la alfombra roja jodiera el look con esos jodidos guantes de fregar. Y no, no somos los únicos que lo han pensado, porque las reacciones no se han hecho esperar.
Por ejemplo aquí, donde amplian la destrucción del outfit hasta el nivel "abuela haciendo la merienda".
O aquí donde contextualizan el porqué de los guantes.
Por mucha gracia que nos haga, lo cierto es que nos da mucha pena que GaGa sea recordada por el público en general como "La pava de los vestidos raros" cuando debajo hay mucho, pero mucho más. Aunque hay que decir que ella se lo ha buscado. Repetimos el vídeo con el vestido inflable de estrella.
Luego querrá que la tomen en serio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario