Esta mujer funciona así, con las posiciones astrológicas.
De vez en cuando se fija si el sol y la tierra forman un ángulo de 16º y si lo hacen saca la última canción que ha grabado en cualquier antro.
Puede que luego sea la más inteligente y esté ganándose una pasta sin hacer nada, que lo dudamos, pero todas quieren ser Rihanna y salir de gira por Australia.
Hemos dicho.
A ver si ésta vez le suena la flauta y no cae en el olvido.
El antro en el que lo ha grabado ésta vez ha tenido que ser, al menos, limpio. Zedd le produce el tema, y éste señor nos gusta bastante. Trabaja unas composiciones a caballo entre el europop y el big beat que serian dignas de ser explotadas.
Pero no por ésta tipa.
La canción es un hit con derecho propio, de los que nos gustaría que tuviese el siguiente álbum de Alexandra Burke, por ejemplo.
Tiene lo que necesitamos, espíritu de huida, gritos descuajeringadores, tempos dubstep y riffs de piano hipnóticos.
Además el mensaje es relativamente nuevo por su poca explotación.
Apesta a verano y a emborracharte. La querrás.
A la canción. Ella ya es otra cosa.
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