¿Porque estás aqui?

Porque se trata de eso, de bailar en ropa interior un sábado antes de salir para sentirte una súper estrella, de sentirte en un videoclip cuando escuchas música subiendo las escaleras del metro, de no poder evitar un paso de baile cuando escuchas esa estrofa que cambió tu vida a golpe de beat.

Porque se trata de música al fin y al cabo. Pop, electrónica, reinas, clubbing y modernas que lo darán todo en las raves.

Tragadores de la mejor mierda.

Ecos de Extrarradio.

sábado, 12 de noviembre de 2011

La ambición de Katy Perry


El fenómeno Katy Perry merecía ya una mención importante. Es compositora y nos parece muy bien, ya que son una raza en extinción en el star system, pero canta fatal y no tiene ni zorra idea de bailar. Con su álbum presentación dio el pelotazo, aunque no era un trabajo intrínsecamente excelente, y eso la enfiló para el futuro. En lugar de dejarse llevar por su manager, discográfica o cualquiera que la mangoneara, Katy decidió formar parte de ese grupo nimio de artistas que se implican con su trabajo.

Y se lo tomó muy en serio. En el pasado verano parió un nuevo álbum en plena época de sequía conquistando los corazones de todos y todas con dulces, nubes de azúcar y ponche con coñac. Teenage Dream resultó una compilación fuerte que pilló por sorpresa a todos, porque cuando nos esperábamos una one hit wonder oportunista lo que nos salió fue una tía que sabe sacarse las castañas del fuego.

A partir de ahí ha ido sacando singles como una loca para exprimir el disco, mientras colmaba el universo de actuaciones con muchos cambios de posición, atrezzo estupendo y entonación nula. La muy lista no sólo supo saturar el mercado, si no que lo hizo haciendo parecer que tenía integridad artística, porque cada vídeo que nos sacaba nos dejaba maravillados, y eso que acabábamos de recordar como se hacía un buen videoclip gracias a Lady GaGa.

Y así, a lo tonto, Katy se posicionó con cinco singles en la cima de las listas estadounidenses, igualando al Rey del Pop en su hazaña.

Y ahora está dispuesta a equilibrar la balanza, porque ha demostrado ser trabajadora, entusiasta y, en definitiva una zorra ambiciosa.




Seamos realistas: La canción en sí no vale nada. El instrumental es tan austero que toda la responsabilidad recae en los vocales, y esto no es bueno para la californiana. Porque las letras son buenas, y ella sabe transmitir el sentimiento, pero escucharla resulta insoportable, aunque a veces te sorprenda. Resumiendo, que preferíamos Peacock, chata.

Pero ella no se da por vencida y nos regala un video increíble. Amores imposibles, recuerdos y flashback. Dos jóvenes que se conocen y son pasionales hasta que la falta de inspiración de una y la pretenciosidad del otro les llevan a separarse para no verse nunca más. El final incluye muerte violenta del chico y mirada intensa al horizonte. 

Todo esto da como resultado un vídeo que hará las delicias de los fans. Porque verdaderamente da un paso más en el concepto del sueño adolescente y le da bombo a su Teenage Dream aunque haya pasado un año de su lanzamiento. Si hasta hace alusión a la estructuración de la lírica con la relación pasado-presente. Se nos llenan los ojos de lágrimas.



Y así Katy demuestra que aunque la canción sea una chufla puedes venderla como la balada que te cambiara la vida con el maquillaje y la producción adecuados, echándole mucho morro. 

No sabemos si conseguirá ese #1 o no (Aunque todo apunta a que sí, teniendo en cuenta que sin el video el single ya se alzaba en el #16), pero si lo hace se consagrará como grande entre las grandes, a pesar de que su mayor virtud es saber escribir canciones y ponerse diferentes vestidos inspirados en postres.

Esto refleja la poca exigencia del público en este momento, y que cualquiera puede ser famosa echándole un poco de cara. Aun así, el mismo público que te adora y compra tu perfume puede destruirte si das un paso en falso, y en ello reside el romanticismo del business. De momento para amarrarse bien ha sus fans a organizado un concierto completamente gratuito de su tour, no es tonta ni nada.

Después de todo, tener éxito sin talento, se considera talento, y si no que se lo pregunten a Rihanna.

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