Rihanna ha pasado hace muy poco moviendo sus prominentes caderas por la peninsula iberica. Y curiosamente lo ha hecho bien. Tanto en Barcelona como en Madrid el publico que asisitió disfrutó de un espectaculo digno de una diva.
Rihanna se mostró completamente recuperada de sus anteriores livestrozos, y bailó, sonrió y entretuvo mucho más de lo esperado. También dejo que el público cantara menos que de costumbre, realizando ella la mayoría de los lead vocals. Ya era hora.
Pero los portugeses que acudieron a Lisboa no corrieron la misma suerte. Bueno, sí que la corrieron. No es que ella subiera con fiebre y diera pena, si no que se ausentó al final de What´s My Name para... atención:
Vomitar.
Porque ella se está tomando muy en serio la promoción de su siguiente álbum, y se está labrando una reputación de chunga drogata. No es que se fuera a potar corriendo dejando el verso a medio terminar, y volviera limpiandose los garbanzos de las comisuras. Lo hizo con elegancia, y no se notó nada. Incluso parece una desaparaición premeditada.
Por esto es noticia. En realidad que se ausentara para mear o para meterse unas filitas nos da igual. Allá ella.
Lo que sacamos en claro de esta noticia es:
1) Sabe hacer frente a situaciones inesperadas sobre el escenario. Esto esta muy bien. Si le pasara a Britney suponemos que dejaría a los bailarinnes llenos de vómito mientras ella se rié como una maniaca. Ya sabemos cómo se las gasta.
2) La falta de Rihanna en el escenario es imperceptible. No tiene carisma, ni presencia, esto ya lo sabíamos, pero que su ausencia no se note es demasiado. Podrias correr un playback con la actuación de los bailarines que la diferencia no se notaría.
Y esto da miedo.
Aceptamos que las estrellas no tengan que saber cantar ni bailar. Aceptamos saber estar en el lugar adecuado en el momento adecuado como talento.
Pero no queremos aceptar que las estrellas que llenan estadios ellas por sí mismas están en decadencia, desaparecidas o llorando en sus casas pensando que en algun momento alguien las quiso.
A todo esto os preguntareis: Si tuvo tanta clase, ¿Cómo sabemos que fue a vomitar y no a cambiarse las uñas postizas?
Porque ella lo tuiteó al final del concierto. Porque es super lista. Y con super lista nos referimos a que es tonta como ella sola. Aunque es honesta, y a sus fans les encanta saber hasta cuando tiene la regla para sincronizarse. Pues muy bien.
Pero tranquilos, que en 2012 vuelven las grandes para recordarnos como se hace.
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