¿Porque estás aqui?

Porque se trata de eso, de bailar en ropa interior un sábado antes de salir para sentirte una súper estrella, de sentirte en un videoclip cuando escuchas música subiendo las escaleras del metro, de no poder evitar un paso de baile cuando escuchas esa estrofa que cambió tu vida a golpe de beat.

Porque se trata de música al fin y al cabo. Pop, electrónica, reinas, clubbing y modernas que lo darán todo en las raves.

Tragadores de la mejor mierda.

Ecos de Extrarradio.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Marry The Night: GaGa lo vuelve a hacer.


 La vuelve a cagar.

Las palabras Lady GaGa y decepción empiezan a tener el mismo significado. En un principio era una visionaria y nos sorprendió a todos con obras de arte de altísima calidad, demostrando que con látex y un croma todo es posible.

Puede que todo fuera un espejismo. De hecho, cuando apareció todos dijimos:

¿Lady GaGa? ¿Just Dance? ¿Qué está pasando? ¿Qué tía tan fea no?

Y todos, sin excepción, predijimos que iba a ser una one hit wonder. Porque no sabía bailar y había demasiados cambios de plano sospechosos. Pero luego la tía se lió a lanzar vídeoclips maestros y vídeoclips increibles y a actuar como si no hubiera un mañana incendiando sus pechos y desangrándose en público.

Corrían los 2008 y las divas de verdad estaban demasiado ocupadas en sus quehaceres.  Madonna haciéndose la negra, Cher buscando la fuente de la juventud, Britney pariendo y Christina planeando cuidadosamente como destruir su carrera.

Así que prestamos atención a este travesti descarriado que sabía cantar y tocar el piano, hasta que se volvió loca del coño y se puso a extender una religión donde ella paria a todos sus fans y no sé qué mierdas más. Luego sacó Born This Way y ella se quedo súper satisfecha, pero las demás se rieron un montón de ella porque su disco era una mierda y porque su nariz aún era como un boniato después de la quinta rinoplastia.

Pero GaGa, lejos de darse por vencida, decidió promocionar hasta la extenuación su últtimo disco, sacando vídeoclips a mansalva como si de cualquier disco de Rihanna se tratase. Born This Way lo vimos una vez y jamás volvimos a prestarle atención. La coreografía es una basura, más de la mitad del vídeo se enfoca entre sus piernas y la ausencia de plataformas con acuarios y boas de plumas fue insultante.

De Judas y Edge Of Glory pasamos, porque los vídeos son intrascendentales.

Con You And I, se marcó un buen vídeo de una pésima canción country pianera. Y además metió coreografía. (¿?)

Y ahora… La última película de Gaguitz, en clave de cine independiente sordomudo húngaro.



Podemos hablar sobre el vídeo desde dos puntos de vista.

Tomando el vídeo cómo a ella le gustaría, como una obra de arte videografica de 14 minutos.

Vaya basura.  B A S U R A.  No hay ninguna otra palabra para calificarlo. Vale ya de creerte intensa y artista. No eres Björk, que es la única que tiene ovarios para crear mamarrachadas postmodernas.

Eres una maniquí creada para crear felicidad, y no para crear puto arte que a nadie le importa. Tu visión de la vida no nos importa, porque no eres filosofa. Las enfermeras van vestidas de Calvin Klein. ¿Era necesario? Eso solo nos recuerda que nuestro sueldo es una miseria. 

Sale más fea que nunca, y se intenta encender un pitillo en el hospital. Hay que ser lerda. Luego se tira los cereales por encima mientras hace topless en su casa y se tiñe el pelo desnuda en la bañera. Un montón de metáforas sobre la satisfacción espiritual. A tu casa, GaGa.

A los diez minutos empieza la canción que ya es una anécdota a estas alturas. La canción se diluye. Fuego, flash dance, y coreo sencillita. Punto.

O podemos hablar de los últimos 4 minutos del vídeo. Del vídeoclip en sí.

Luna, coches ardiendo. GaGa atrapada en un coche con las nalgas en el techo porque está intentando robar la radio para conseguir coca. Empieza la intro. Pinta interesante, incluso.

Empieza el primer verso, la escena en el aparcamiento tiene su punto. Es trash, muy Lovegame meets Till The World Ends. Su vestuario mola. Su pelo no tanto. Primer estribillo, no sucede nada, sólo ella dando brincos entre coches. 

Cambio de escenario. Un estudio de baile. Cutre, además. Neones, bailarinas de ballet y homosexuales vigorexicos. Muy bien. Coreografía. Lo que vimos en el teaser, vaya.

Puente desaprovechado. Ella dándose tumbos contra los bailarines. Más coreografía. La bailarina se cae, GaGa la ayuda a levantarse y la besa. Sonríen. Que bien.

Ultimo estribillo, con los planos de entrada desperdiciados mientras GaGa va apareciendo desde la izquierda. No se aprecia la coreografía. Esto ya pasaba un poco en Alejandro, donde los planos afeaban bastante el resultado conceptual.

Y aquí viene la única parte del vídeo que merece la pena. 50 segundos en un mar de pretenciosidad. Planos intercalados de una Lady GaGa bailando en la calle, con otra que entra con una pamela aparatosa que no le deja maniobrar y planos de traslado de un teclado. Golpes en la puerta del baño y explosiones de coches.

Y Stefani desnuda saliendo de la bañera, húmeda cómo ella sólo sabe, con zapatos plateados de brilli-brilli.

El final, con la imagen épica de GaGa vestida con ese manto rojo llenando la noche.

Esta última parte mola, incluso. Podían haber reducido el concepto del vídeo a esto. Ya no esque ni si quiera sorprenda, ahora sólo decepciona. El vídeo dura 14 minutos de los cuales 10 son innecesarios.  
El punto positivo, es que de la última escena, todo es muy GaGa. Queda potencial, pero no se está utilizando como es debido. El siguiente single será Scheiße. Veremos con lo que nos decepciona la siguiente vez.

Vuela alto, cae rápido.

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